UPN lamenta que "pretendan menospreciar y limitar las tradiciones que no les gustan, obviando la herencia cristiana de nuestra tierra".
El grupo municipal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona ha apostado esta tarde por “mantener la visita del Ángel de Aralar como parte de las tradiciones de la ciudad” y ha lamentado que “el cuatripartito pretenda generar polémica y confrontación en torno a un acto propio de la cultura y la historia de la ciudad que no había causado hasta su llegada ningún problema”.
Los concejales regionalistas se han mostrado partidarios de “mantener el tradicional acto de Pamplona de la forma en que se hacía hasta el año pasado, recibiendo la figura de San Miguel en el Ayuntamiento y celebrando en su honor la única misa que se oficia cada año en el altar del Salón de Recepciones de la Casa Consistorial”.
En este sentido, han afirmado que “es un acto que jamás ha generado ninguna polémica ni enfrentamiento y que forma parte de las tradiciones de nuestra ciudad, que en este caso recibe a uno de los santos más queridos por los navarros”.
Por eso, han rechazado las propuestas de IE y Aranzadi, que se niega a cualquier tipo de recepción, y la de Bildu, que pretende entenderla como una visita cualquiera al Ayuntamiento, sin entender, según UPN “su carácter simbólico, popular y cultural”.
MENOSPRECIAR LAS TRADICIONES
“Es una lástima que una vez más pretendan menospreciar y limitar las tradiciones que no les gustan, obviando la herencia cristiana de nuestra tierra que obviamente influye en el origen de muchas de nuestras costumbres, que en muchos casos han trascendido de su carácter religioso hasta lo cultural y popular”, han explicado.
Por otra parte, UPN ha exigido a Asirón que “no utilice políticamente la visita del Ángel de Aralar intentando identificarlo con Euskal Herria tal y como hizo el año pasado”.
También han subrayado que "la cultura, los símbolos y, en este caso, la religión no deberían ser utilizados en ningún caso para dividir y enfrentar a los pamploneses como constantemente y de forma muy irresponsable hace Asirón”.
Los regionalistas han concluido afirmando que “San Miguel es una figura muy querida por muchísimos navarros y pamploneses y pretender hurtárselo a parte de ellos para convertirlo exclusivamente en parte de la iconografía nacionalista es moral, ética y políticamente rechazable”.
