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PAMPLONA

Los pequeños comercios del Casco Antiguo denuncian "acoso" de Asirón al enviar policía a sus tiendas

La Asociación del Pequeño Comercio ha criticado que el Consistorio se salte las competencias legales para imponerles un horario de cierre.

Policía Municipal de Pamplona.
Dos agentes de la Policía Municipal de Pamplona. ARCHIVO

Una docena de comerciantes de establecimientos de alimentación ubicados en el Casco Antiguo de Pamplona, integrados en la Asociación del Pequeño Comercio de Navarra, han denunciado el "acoso" del Ayuntamiento de Pamplona para que cierren sus tiendas a medianoche.

La secretaria y abogada de la citada asociación, Begoña Alfaro, ha explicado en declaraciones a Efe que desde el pasado verano los fines de semana se personan agentes municipales en las tiendas afectadas para obligar "a cerrar" sus establecimientos.

Según Alfaro, el Ayuntamiento de Pamplona introdujo en mayo de 2016 en el PEPRI, el plan de ordenación territorial del Casco Antiguo de la ciudad, una modificación horaria que prohibía a los comercios de alimentación ubicados en la citada zona continuar su actividad a partir de las 24:00 horas.

En ese sentido, ha denunciado que el Defensor del Pueblo de Navarra, tras presentar la asociación una queja al respecto, resolvió en enero de 2017 que el Ayuntamiento de Pamplona "no es competente" para limitar los horarios del pequeño comercio.

Igualmente la asociación presentó en 2017 un recurso de alzada ante el TAN y un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, aún pendientes ambos de resolución, a fin de "anular" la limitación horaria.

En este contexto, ha denunciado que desde el Consistorio alegan que en el Casco Antiguo existe "un problema de ruido", si bien la citada problemática, ha dicho, "no se va a evitar por abocar al cierre a la veintena de tiendas de alimentación". En la actualidad un establecimiento ha recibido un expediente sancionador y una denuncia penal por desobediencia por parte del Consistorio.

Alfaro ha sostenido que el pequeño comercio tiene "reconocido por normativa europea, estatal y foral la libertad horaria para, precisamente, intentar salvaguardarlos".

Asimismo, ha recordado que se trata de tiendas "que no son bares ni grandes superficies y que hacen un encaje de bolillos para cuadrar las cuentas".

La sensación entre los establecimientos afectados, según Alfaro, es de "indefensión" y, ante la situación generada, piden una moratoria hasta que los entes judiciales resuelvan si la modificación horaria introducida en el PEPRI es correcta o no. 


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