El Plan de 'amabilización' ha deteriorado más esta zona que se ha convertido de forma casi exclusiva en un área para motos.
Segundo día desde la puesta en marcha de los notorios cambios en la circulación con el fin, según el Ayuntamiento de Pamplona, de ‘amabilizar’ el Casco Antiguo y el Ensanche de la capital navarra.
Sin embargo, parece que lejos de conseguir ese objetivo, algunos vecinos de esta zona están empezando a sentirse molestos al comprobar que no todo era tan bonito como Cuenca y sus ‘amigos’ lo pensaban. De hecho, el Ayuntamiento aseguró en un comunicado que la circulación era "normalizada" y "con poco tráfico".
No obstante, durante este lunes, primer día en entrar en vigor el Plan de reordenación del tráfico, se sucedieron las dudas en peatones y conductores; y algunas de las arterias de la ciudad, así como otras pequeñas calles que raramente están congestionadas, quedaron colapsadas ante los numerosos coches que no tenían claro por dónde debían circular.
A todo esto, se suma ahora la preocupación de parte de los residentes del Casco Antiguo y del Ensanche al comprobar que la ‘zona verde’ (aquella destinada únicamente a los vecinos para aparcar), en zonas como el Paseo de Sarasate, es casi inexistente y se prioriza, como es en el caso de los números impares de la popular vía, para el uso de las motocicletas.
El motivo de esta extensión dedicada a las ‘dos ruedas motorizadas’ se encuentra en la queja de este colectivo que, ante el anuncio de la supresión de unas 150 plazas de aparcamiento para motos, pusieron el ‘grito en el cielo’ para reclamar su espacio.
Al final, lejos de suprimirlas, el plan trazado les ha dedicado todo un espacio privilegiado en el corazón de Pamplona que, en un principio, estaba destinado a los residentes.
“Se trata del medio de transporte más ruidoso y el único en el que no se diferencia entre residentes y no residentes”, expone un vecino de la zona que muestra su descontento ante los cambios promovidos por el Consistorio pamplonés en esta zona.
La zona del Paseo de Sarasate en un espacio en el que, por lo general, no existen garajes y cuyos vecinos han quedado desatendidos en este proyecto de ‘amabilización’ del tráfico.
Además, insisten en que durante el día el espacio destinado para las motos está bastante ocupado, pero al caer la tarde y llegar la noche, “la ocupación es ridícula”, tal y como reflejan las imágenes que acompañan a esta información.
De hecho, cita como ejemplo que “de 17 plazas de aparcamiento, a la altura del portal número 5, tan sólo una ha permanecido aparcada durante la noche”.
Además, los vecinos también aseguran que la acera de los portales impares del Paseo de Sarasate se trata de una de las más estrechas del Ensanche y, ante las prisas por terminar el proyecto para el 4 de septiembre, no se ha puesto hormigón para ensancharlas y se ha optado por pintar una “doble raya blanca de dudosa utilidad” y que no cumple con sus funciones.
Además, la imposibilidad de poder continuar de frente por Navas de Tolosa y bajar por Taconera está provocando que el lado izquierdo (si se mira de frente al Parlamento) se haya convertido en una de las calles más transitadas por residentes que acuden a sus lugares de aparcamientos y conductores en general que ven interrumpido el sentido de su marcha ante los cambios.
