La vía modificada se convertiría en calle residencial, limitada a 20 kilómetros por hora, con prioridad de los peatones respecto a los coches.
El Ayuntamiento de Pamplona ha presentado este miércoles una propuesta de reordenación del tráfico en la Magdalena con el fin de aumentar la seguridad vial, una iniciativa que busca prohibir el giro a la derecha al final del Camino de Caparroso a vehículos de no residentes para que se corte el flujo en dirección a Burlada.
Con esta nueva medida, la vía modificada se convertiría en calle residencial, limitada a 20 kilómetros por hora, con prioridad de los peatones respecto a los coches, ha informado el Ayuntamiento de Pamplona en una nota.
Las áreas de Ecología Urbana y Movilidad y de Seguridad Ciudadana y Convivencia han redactado una propuesta conjunta para tratar de paliar los problemas de seguridad vial registrados en el Camino de Caparroso y en el Camino de Burlada.
Ambas calles tienen una tipología de caminos rurales y calles locales de acceso, es decir, no están preparadas para soportar un alto volumen de tráfico, en concreto, 1.378 vehículos al día en el Camino de Caparroso y 2.078 en el Camino de Burlada, según datos del propio consistorio pamplonés.
La propuesta modifica únicamente la circulación desde la Magdalena a Burlada, mientras que en el sentido contrario, desde Burlada hacia la Chantrea, se mantiene como hasta ahora, pudiendo circular los vehículos por el Camino de Burlada hasta salir al puente de la Magdalena.
TRÁNSITO PEATONAL
Igualmente se habilita un posible cambio de sentido en el punto modificado, en la intersección del Camino de Burlada con el Camino de Caparroso, para que los vehículos que circulan desde Burlada puedan dar la vuelta y deshacer el trayecto realizado.
Los problemas de seguridad vial son más patentes en el Camino de Caparroso, que no cuenta siquiera con aceras y registra un elevado tránsito peatonal por parte de las personas usuarias y propietarias de las huertas de recreo de esa calle.
Esos problemas han generado en los últimos meses quejas por parte de esas personas, ya que los vehículos utilizan esa vía como 'atajo urbano' para desplazarse entre Burlada y el barrio de la Rochapea o el centro de Pamplona evitando circular por calles con semáforos, como la avenida Baja Navarra.
El Ayuntamiento informa de que, si las opiniones recabadas de los vecinos y hortelanos son mayoritariamente favorables a la solución propuesta, la medida se llevaría a cabo a lo largo de este mes y, por lo contrario, en caso negativo, se estudiaría la ejecución de nuevas medidas.
