El Ayuntamiento de Pamplona invertirá este año 53.173 euros en plantas para los los 2.500 m2 de parterres de flor que están distribuidos por distintas zonas de la ciudad.
La Junta de Gobierno Local ha aprobado este lunes encargarle a la empresa de jardinería Adaxka S.L. las labores de suministro de los 85.000 ejemplares que son necesarios para cubrir las dos temporadas de plantación (primavera/verano y otoño/invierno) que se realizan en la ciudad.
El contrato lleva aparejada, además, el suministro de la planta que se coloca después de las fiestas de San Fermín (aproximadamente 1.700 ejemplares).
Actualmente hay cartografiados alrededor de 70 parterres de muy diversas dimensiones: el mayor es el llamado “Las Fajas”, dentro del parque de La Taconera con alrededor de 200 m2 de flor y el más pequeño, también en este parque, es el parterre de “El Pinsapo” que mide unos 5,5m2.
Aunque la decisión final está siempre en manos del Servicio de Jardines, que puede modificar anualmente el número de plantas y sus variedades para irse adaptando a los diseños de estos elementos urbanos, la propuesta de Adaxka para este próximo mayo se basa en plantas de flor, culinarias, aromáticas o vivaces.
Entre ellas, panolas, violas, prímulas, amapolas, geranios o margaritas. En general los jardineros usan menos plantas por parterre en primavera ya que los ejemplares de la estación cálida tienen un tamaño final mayor que las invernales.
Para otoño la propuesta elegida está compuesta por plantas de ‘Boca de dragón’, antirrinum, violas y prímulas, margaritas, noveolvides o ‘Amapolas de Islandia’.
Son las empresas de mantenimiento, siguiendo los diseños municipales, las que retiran la planta de la temporada anterior, comprueban la calidad del sustrato, y reponen la tierra.
El contrato de suministros adjudicado tiene una segunda anualidad por importe el mismo importe para para 2021, de forma que la cantidad aprobada es de 106.347 euros.
El contrato prevé la posibilidad de ampliarse a otros dos años más. Los parterres son unos elementos ornamentales del espacio público que inciden en la calidad de vida de la ciudad.
Más allá de esta función genérica, su ordenación contribuye a regular el tránsito peatonal, creando y orientando los recorridos de paso para los viandantes, e incluso en el tráfico, al incidir en la visibilidad de rotondas y otros puntos de la red vial. Por ello su tamaño y ubicación se revisan periódicamente.
