La allegados al violinista han organizado finalmente este acto y han invitado a los ediles pamploneses que quieran sumarse a él.
El consistorio de la capital navarra, liderado por Asirón, ha borrado una de las tradiciones de este 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, y ha decidido no organizar el habitual homenaje en el que se recuerda al compositor y violinista Pablo Sarasate en su mausoleo del cementerio de San José, en Pamplona.
Durante los últimos años, el alcalde de EH Bildu ha ido poco a poco relegando este acto que antes contaba con un homenaje y un responso organizado por el Ayuntamiento de Pamplona y que este año ha recaído íntegramente en la familia del artista navarro.
De hecho, en una nota de prensa, el Ayuntamiento de Pamplona ha confirmado que 'estará presente' tan sólo con el envío de una corona de flores con la leyenda en euskera y castellano: "El Excmo. Ayuntamiento de Pamplona a su hijo predilecto D. Pablo Sarasate y Navascués".
Así, la familia Sarasate ha 'orquestado' este homenaje y ha invitado a los concejales pamploneses que quieran a sumarse a él con motivo del 110 aniversario del fallecimiento del violinista más famoso.
Pablo Sarasate, hijo predilecto de Pamplona desde el año 1900 (título que recibiría en 1902), tiene un panteón en el Cementerio Municipal de San José desde 1879, el mismo año en que se fundó la Orquesta Pablo Sarasate, actual Orquesta Sinfónica de Navarra Pablo Sarasate (OSN). Pablo Martín Melitón Sarasate vino al mundo en la calle San Nicolás en marzo de 1844.
Su padre fue su primer profesor. Después fue a estudiar a Santiago, A Coruña y Madrid. En 1855, el joven intérprete, ya reputado niño prodigio, se traslada a París con una beca, donde lanza su carrera internacional en la década de los 60.
Con 13 años fue el primer premio de violín del Conservatorio de París y comienza a tocar sus composiciones propias. A principios de los 70 da el salto y conquista América. A la vuelta sigue triunfando en Europa en países como Alemania, Austria, Países Bajos, Rusia, Inglaterra...
En los años 80, Pablo Sarasate tiene ya reconocimiento mundial de la crítica y del público en sus multitudinarios conciertos.
El músico y compositor pamplonés falleció en Biarritz en 1908.
UN DÍA DE VISITAS EN LOS CEMENTERIOS
Las bajas temperaturas y la lluvia no han impedido que desde primeras horas de la mañana el cementerio de Pamplona recibiera a numerosas personas que, como en el resto de localidades navarras, han acudido a visitar las tumbas de sus seres queridos.
Un recuerdo que no pocos han adelantado unos días ya que cuando el cementerio ha abierto sus puertas se podía ver una gran cantidad de flores en panteones, lápidas y nichos.
Aunque la presencia de estas tumbas se extiende por todo el campo santo, lo cierto es que las últimas estadísticas del Ayuntamiento indican que en los nueve primeros meses de 2018 el 70,5% de las inhumaciones realizadas han sido cremaciones y una gran parte de estas cenizas no quedan después en el cementerio.
Esto hace que hoy sea también un día de visita a los lugares en los que fueron depositadas estas cenizas, muchas de ellas en los columbarios que albergan tanto en la Catedral de Pamplona como diferentes iglesias.
