Supone una fuerte decepción para un club que planificó e invirtió por el ascenso, después de una temporada históricamente negativa en Primera.
Osasuna fracasó en su objetivo de regresar a Primera División al quedarse muy lejos del ascenso directo (11 puntos) y fuera de la promoción (1 punto) a pesar de depender de sí mismo en la última jornada para entrar al menos en el 'playoff'.
El octavo puesto del proyecto encabezado por Diego Martínez en el banquillo y Braulio Vázquez en la dirección deportiva, en su primera temporada en Osasuna, supone una fuerte decepción para un club que planificó e invirtió por el ascenso después de una temporada históricamente negativa en Primera División.
Un alto presupuesto (el tercero de la categoría), 11 fichajes (2 más en enero), pago por traspasos elevados en Segunda (1,5 millones de euros por Quique González y 1,5 por Aridane Hernández) y una alta masa salarial no han sido argumentos suficientes para que Osasuna solo haya estado 16 jornadas entre los seis primeros clasificados.
El club apostó por un entrenador joven, con un año de experiencia en la categoría, en el filial del Sevilla, para liderar un equipo que se reforzó con algunos de los mejores jugadores de la categoría como Sergio Herrera, Lucas Torró o el trío de delanteros formado por Quique González, David Rodríguez y Xisco Jiménez.
Sin embargo, entre los tres únicamente han marcado 19 goles, una cifra que han superado individualmente en otros equipos Jaime Mata (33 en el Valladolid), Raúl de Tomás (24 en el Rayo Vallecano), Sergi Guardiola (22 en el Córdoba) y Borja Iglesias (22 en el Zaragoza).
El presidente rojillo, Luis Sabalza, incluso no ocultó en pretemporada que Osasuna era el equipo "a batir" y, aunque desde algunos sectores del club se lanzaron mensajes poco claros sobre el objetivo del equipo avanzada la temporada, los jugadores siempre aseguraron que el reto era el ascenso.
Así lo aseguraron también los dos fichajes del mercado invernal: Borja Lasso y Rober Ibáñez, pretendidos por "toda" la Segunda División según reconoció el propio Osasuna.
Diego Martínez ha armado un equipo fiable en defensa (segundo menos goleado), pero no ha conseguido sin embargo que Osasuna juegue fluido en ataque, con un fútbol demasiado conservador (16 empates) que solo le ha permitido ser líder 4 semanas al principio del campeonato (entre la octava y undécima jornadas).
Osasuna ha destacado fuera de casa (segundo mejor visitante), pero ha pagado caro su falta de rendimiento en El Sadar, donde solo ha ganado 8 partidos y además ha evidenciado desconexión con la grada.
Como ejemplo, más de 4.500 socios rojillos fallaron al penúltimo partido en casa contra el Oviedo, aunque Osasuna llegó a la última jornada dependiendo de sí mismo tras enjugar una desventaja de 5 puntos respecto al playoff, pero en Valladolid dio una imagen muy alejada de jugarse la temporada, con un solo tiro a puerta.
El futuro de Diego Martínez es una incógnita, aunque el gallego tiene un año más de contrato con Osasuna, club que como en los últimos años modificará notablemente la plantilla por las finalizaciones de contrato y cesiones.
Rober Ibáñez (Getafe), Borja Lasso (Sevilla), Sebas Coris (Girona) y Joaquín Arzura (River Plate) volverán a sus clubes de origen, mientras que finalizan contrato Manu Herrera, Tano Bonnín, Miguel De las Cuevas y los hermanos Miguel y Javier Flaño.
Además, Sergio Herrera es baja hasta diciembre tras lesionarse recientemente de gravedad, por lo que se presumen unas diez incorporaciones para construir un equipo que vuelva a pelear por el ascenso.
