El actual delantero del Málaga tuvo que acudir a la Audiencia de Navarra tras la denuncia del club rojillo.
El partido entre Osasuna y Málaga, líder de la segunda división, que se jugará este sábado en El Sadar a las 18 horas tiene otro aliciente más con el regreso a Pamplona del delantero marfileño Mamadou Koné en el equipo andaluz.
El actual jugador del conjunto andaluz fue denunciado por Osasuna, que exigía una compensación de doce millones de euros, la cláusula de rescisión, del contrato que presuntamente el jugador había firmado con el club rojillo y no cumplió para irse a otro equipo. Posteriormente, denunció a Osasuna para dilatar el caso y al final el juzgado de lo social de Pamplona desestimó la demanda de Osasuna.
Osasuna demandó a Koné cuando era jugador del Racing de Santander, y de forma subsidiaria al club cántabro, por incumplimiento del contrato firmado en enero de 2014, cuando el equipo navarro estaba en Primera División y el Racing en Segunda B, aunque al final de esa temporada 2014-15 ambos acabaron en Segunda División y el delantero decidió seguir en el equipo cántabro.
El club pamplonés, que reclamaba una indemnización de 12 millones de euros, defendía la autenticidad del contrato firmado con Koné cuando este era jugador del Racing, mientras que el delantero marfileño se querelló contra dos dirigentes de Osasuna por supuestamente falsificar su firma.
La querella de Koné, contra el actual presidente osasunista, Luis Sabalza, y el exmiembro de la junta gestora del club Luis Ibero, fue archivada el 1 de febrero por el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona.
Sabalza defendió en sede judicial que Koné "quería venir a Osasuna" en enero de 2014, con Osasuna todavía en Primera División, y que ni Ibero ni él hicieron un "mal uso" del contrato porque cree que "es verdadero".
No obstante, el pasado 4 de abril de 2017 el Juzgado de lo Social número 3 de Pamplona desestimó la demanda interpuesta por el Club Atlético Osasuna contra el jugador Mamadou Koné y el Real Racing Club de Santander en la que le reclamaba 12 millones de euros de indemnización.
El titular del Juzgado de lo Social número 3 de Pamplona, Carlos González, concluye que tras la "valoración conjunta y razonada" de toda la prueba practicada "no ha quedado probado con una mínima garantía jurídica la prestación del consentimiento del jugador" en el contrato.
El juez sostiene que valorar adecuadamente el importe ajustado al justo equilibrio de las contraprestaciones derivadas del contrato, debe tenerse en cuenta que los 12 millones de euros de la cláusula de rescisión "no guarda proporción alguna" con las retribuciones que hubiese percibido el jugador durante la vigencia del contrato: 1.126.000 euros en total.
