Osasuna recibe al Cádiz este martes (19 horas) en el estadio de El Sadar sin la presión por lograr los tres puntos, tras la consecución de la permanencia la jornada pasada, idéntica situación a la del equipo cadista, que también llega con los deberes hechos y con la ilusión de seguir demostrando su ambición.
El equipo rojillo afronta este encuentro después del merecido empate (2-2) ante el Athletic jugado en San Mamés, donde el entrenador osasunista Jagoba Arrasate aseguró estar satisfecho por el juego de su equipo que buscó siempre el gol y jugó con ambición y valentía.
El Estadio de El Sadar vivirá un encuentro entre dos conjuntos ya salvados de manera matemática, que buscarán dar una nueva alegría a su afición en forma de tres puntos que refuercen su notable curso.
A pesar de no poder entrar en competición europea, los navarros lucharán por quedar lo más alto posible. A mejor puesto clasificatorio, el equipo recibirá más dinero de cara a la próxima temporada, algo a tener en muy cuenta en un club donde la directiva y la dirección deportiva deben hacen malabares económicos para armar un plantel competitivo.
El cansancio y el poco tiempo para preparar el choque hará que Arrasate introduzca cambios en el once para dar frescura al equipo ante un rival que hará también la propio. Recupera a Oier Sanjurjo que no jugó en Bilbao por acumulación de amonestaciones. Podría dar la oportunidad a los jugadores menos habituales para ir probando nuevas formas e ideas de juego de cara a la campaña que viene. Esto no quiere decir que el técnico vaya a regalar minutos a los canteranos.
El de Berriatua ha declarado en muchas ocasiones que solo hará debutar a canteranos cuando vea que están preparados para ayudar al equipo, y estén con posibilidades de asentarse en la primera plantilla.
Por otro lado, futbolistas cedidos como el argentino Calleri, Jony o Budimir contarán con las tres jornadas finales para terminar el campeonato de la mejor manera. Pese a no ser titular indiscutible, el croata lleva 8 goles, gran cifra que le ha servido para colgarse la medalla de mejor fichaje rojillo.
El argentino ha ido perdiendo protagonismo en el once titular, pero sus 5 goles y su notable curso han servido para encandilar a una hinchada rojilla que seguro habrá aprobado su temporada.
Por su parte, el asturiano Jony se ha visto enormemente perjudicado por las constantes lesiones que ha sufrido. Llegó desde la Lazio con grandes esperanzas de hacerse con el puesto de banda izquierda, pero los infortunios y la regularidad de Rubén García han hecho que esté cuajando un año para olvidar.
