• jueves, 28 de marzo de 2024
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OSASUNA

El Sadar ruge durante 90 minutos: la afición de Osasuna sí gana sus partidos desde la grada

Vivimos con el equipo desde la grada el partido frente al Barcelona: "Échale huevos, Osasuna échale huevos".

La grada de El Sadar durante el Osasuna - Barça. PABLO LASAOSA (1)
La grada de El Sadar durante el Osasuna - Barça. PABLO LASAOSA

El Sadar ha revivido este sábado el ambiente de las grandes noches de fútbol, salvo que la cita ha sido a una extraña hora de la mañana (13 h) entre la niebla que poco a poco levantaba en Pamplona y con sólo 3 grados de temperatura. 

Casi dos centenares de personas han esperado la llegada de los equipos al estadio. Sobre las 11.25 horas llegaba Osasuna, jaleado y celebrado por los hinchas. Pocos minutos después ha llegado a El Sadar el autobús del Barça entre una gran expectación. Luis Enrique, Piqué, Messi, Iniesta y Suárez han sido los más aclamados por los aficionados. 

La afición, con 17.384 personas en la grada, ha comenzado ya con ánimo durante el calentamiento, con 3 grados. Un Riau-riau estruendoso ha dado paso a los primeros minutos de control del Barça con el balón. 

La primera llegada de Osasuna con el balón y un primer saque de esquina ha encendido todavía más los ánimos de los hinchas rojillos: "Ser de los que ganan es muy fácil, ser del Osasuna me parece mejor", ha coreado la grada mientras el Barça se pasaba el balón en el centro del campo sin ningún peligro y recibía también los pitos de los aficionados. 

No le ha importado a la afición las constantes ocasiones del Barça, que ha llegado de manera constante y en tromba en los primeros 15 minutos con ocasiones de Messi y Suárez por dos veces. 

"Échale huevos, Osasuna échale huevos", coreaba la grada cuando Messi ha tenido otro mano a mano con Nauzet que ha salvado el portero canario de Osasuna. 

En el minuto 25, El Sadar se ha lanzado con la canción del ascenso de la temporada pasada: "Somos un equipo, valiente y luchador..."

Con la gran oportunidad de Oriol Riera en el minuto 29, que no llegó para empujar un balón de De las Cuevas El Sadar ha gritado y vibrado desesperado por los pocos centímetros que han faltado para adelantarse en el marcador. 

"Osasuna, mi fiel amigo. No me importa lo que digan", se ha entonado cuando quedaban menos de 15 minutos para concluir la primera parte. En el campo, el Barça seguía con una posesión absoluta y con otra oportunidad para Iniesta desde fuera del área. 

Los últimos minutos de la primera parte han sido más de quejas y protestas desde la grada por el criterio del árbitro con las faltas, especialmente por una de Iniesta en la que no se mostró tarjeta. 

LA AFICIÓN NO DECAE EN LA SEGUNDA PARTE

"Dicen que Osasuna no me interesa, dicen que estamos locos de la cabeza, más de 60 horas de carretera, Yo te voy a seguir...", ha comenzando coreando la afición con el arranque del segundo tiempo. 

Emocionante ha sido el momento en el que Sergio León ha disparado al larguero tras una carrera desde el centro del campo. 

"Osasuna Aĺe, alé, alé", ha coreado con fuerza la grada de El Sadar mientras el Barça movía de manera aburrida y previsible el balón en la frontal del área. 

Con el gol de Luis Suárez (min. 58) la afición ha vivido, por primera vez durante el partido, unos instantes de silencio y de desconcierto. Se ha mostrado algo más apagada desde este momento la grada osasunista.

El primer gol de Messi en el minuto 72 de la segunda parte ha puesto ya el partido imposible, si no estaba ya terminado con el 0-1 y el gol de Luis Suárez. 

A partir de este momento ha sido graderñio sur del Estadio el que se ha dejado escuchar mientras el resto de los aficionados han parecido ya resignados al resultado. 

Sergio León sí ha conseguido arrancar aplausos unánimes de los osasunistas gracias a sus carreras, su presión arriba y a algún disparo lejano que ha acercado, de alguna manera, la opción de gol para los rojillos. 

Ha habido recuerdos a Enrique Martín, con vuelta a la canción del ascenso e innumerables aplausos a los jugadores a pesar del gol de Messi (0-3) que ha dejado un mal sabor de boca. 

Con el pitido final, buena parte de la grada ha permanecido en el estadio coreando y cantando entre aplausos a los jugadores a pesar de la derrota, que han tenido que acercase al centro del campo para saludar y despedir a la grada, que una vez más ha demostrado ser de Primera y estar muy por encima del juego del equipo. 

El himno de Osasuna ha puesto el broche final y musical a la cita, con buen ambiente entre ambos equipos, abrazos y pitos al árbitro, que no ha terminado de convencer a la grada. 


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