Osasuna ha finalizado una nueva temporada en la máxima categoría tras caer este domingo ante el Mallorca (0-2) en El Sadar para cerrar un mes cargado de partidos en el que los rojillos no han conseguido ni vencer ni dejar buenas sensaciones antes de irse de vacaciones.
Los aficionados navarros acudieron a El Sadar para ver a su equipo disputar el último partido del curso frente al Mallorca de Javier Aguirre, exentrenador de Osasuna que se jugaba la permanencia de los suyos y su continuidad al frente del conjunto bermellón.
Era la despedida de Oier y Jagoba Arrasate puso un once de garantías con hombres importantes. Parecía la ocasión perfecta para volver a la senda del triunfo, comenzar el verano con una sonrisa y homenajear a su capitán de la mejor forma, alcanzando los 50 puntos y amarrando la novena plaza.
Los locales pudieron sentenciar en la primera mitad, no lo aprovecharon y, lo terminaron pagando. El Mallorca, sin ganas de arriesgar, esperó su momento para vacunar a Osasuna nada más comenzar el segundo tiempo.
Minutos más tarde, los de Aguirre pusieron la sentencia sin que su rival pudiera dar respuesta a lo que estaban viendo. La hinchada vio cómo su equipo ponía el colofón de la peor manera a un mes falto de tensión debido a una pronta salvación lograda hace jornadas.
Con el de ayer, Osasuna cerró un último mes de Liga en el que ha disputado seis choques y en el que no ha podido llevarse los tres puntos en ninguno de ellos. Vencieron en Valencia el 16 de abril en una victoria de prestigio ante los ches que otorgó al equipo la licencia para pensar en cotas mayores. La ilusión estaba ahí, pero no se volvió a ganar.
El Real Madrid visitó Pamplona para iniciar el último arreón. Los blancos se llevaron el partido con un 1-3 que mostró las fragilidades de los locales. Los empates en Elche y en Barcelona ante el Espanyol impidieron que Osasuna mantuviera el vuelo. Con estos tres resultados, los de Tajonar vieron reducidas sus opciones europeas.
El pobre empate a uno ante el Getafe, tercero consecutivo, fue el reflejo del momento que atravesaron los de Pamplona. Fueron superiores a los azulones, pero esto no sirvió de nada el día en el que Oier marcó su último tanto con el equipo de sus amores, que festejó con una icónica celebración.
Tras ello llegó una cita muy esperada. El Athletic de Bilbao recibió a Osasuna en San Mamés. Los rojos no supieron jugar sus cartas y acabaron cediendo ante los goles de Villalibre y el exrojillo Berenguer. La imagen no fue buena y el público desplazado a Vizcaya mostró su descontento.
Osasuna y Arrasate deberán ponerse como objetivo mejorar sus prestaciones en El Sadar. Tan solo ha sumado cinco victorias por siete derrotas y siete empates. El técnico vasco mostró su decepción tras el partido frente al Mallorca y aseguró que pondrá todas sus energías en darle la vuelta a esta situación de cara al curso que viene. EFE
