• viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 19:57
 
 

OSASUNA

Martín pierde de vista el ático

El periodista J. M. Esparza hace un comentario acertado sobre la actuación de Osasuna en el campo del Leganés.

Hay que salir a ganar, y no a realizar partidos tácticos, y menos todavía con tácticas cicateras. El “ático” exige sumar de tres en tres, pero Martín volvió a dar la impresión en Butarque que lo suyo es la lucha por la permanencia.

Enrique Martín Monreal aclaró esta semana que su objetivo es el play-off. Se equivocó. Si de verdad quiere ascender debería decir que su aspiración solo pasa por quedar entre los dos primeros. Luego ya vendrá Paco con la rebaja. Si se conforma con menos, lo normal será quedarse sin nada. De momento ya está fuera de los puestos de privilegio por primera vez en la temporada. Tenía que llegar. Para preparar los partidos hace igual, se conforma con un punto y son ya muchos, demasiados, los que termina sin ninguno, sin siquiera la posibilidad de lograrlo. El de Leganés, otro más. Las tácticas conservadoras se le vuelven en contra, y su “ático” se le escapa. Ahora mismo, ni siquiera lo ve. Y es que la petición de ánimos que reclama para intentar el ascenso nada se corresponden con sus propuestas futbolísticas tan poco ambiciosas.

En Butarque no hizo Osasuna casi nada bien, y mucha culpa la tuvo el técnico. Sorprendió relativamente defendiendo en el centro del campo, algo que efectivamente acusó el Leganés hasta romper el empate. Los ‘pepineros’ no encontraban la forma de llegar con mínima claridad.  El partido se perdió en esa lucha táctica que tanto gusta al técnico de Campanas, a base de un centrocampismo en el que Osasuna llevaba las de ganar con nueve hombres en la zona ancha, todos con órdenes defensivas, colapsando cualquier circulación de balón. Los hombres de Asier Garitano  intentaban sin éxito abrir el juego por las bandas o buscando las espaldas a la defensa, y tampoco. El dibujo no resultaba extraño precisamente en Osasuna, que ya lo ha escenificado tanto que los técnicos avispados, caso de Carlos Terrazas o Asier Garitano, le han buscado la vuelta de diferentes maneras.

Martín salió a controlar el partido, no tanto para ganar él como para impedir que lo haga el rival. El objetivo es mantener la puerta a cero, y a partir de ahí, ya se verá. Sin embargo, siempre pueden aparecer aspectos incontrolados, o incontrolables. En cuanto a los primeros, suelen venir en una jugada de estrategia, un rebote o una mala decisión arbitral. Respecto a los segundos, el comportamiento de un jugador fuera de control, por ejemplo. Ambos factores se dieron cita en el primer gol, una jugada de estrategia en un córner, con disparo letal desde la zona que teóricamente cubría José García. Ahí se acabó el partido. Según lo visto hasta entonces, resultaba difícil creer en una remontada rojilla. El técnico trató de reconducir con el cambio del ‘Flaco’ Olavide por José García, pero el “ático” se perdió de vista con la segunda amarilla al debutante Manuel Sánchez.

Martín no sorprendió en el planteamiento, pero sí lo hizo con su once titular. Y no solo por la ausencia de referentes en ataque o de propuestas en la creación. En primer lugar pagó, y muy caro, la falta de oportunidades que ha dado a Manolo Sánchez. Su doble amarilla delató su falta de rodaje competitivo. En cambio, José García ha gozado de ocasiones hasta la saciedad, algo que solo el técnico puede de explicar. Más difícil todavía tendrá justificarlas. Le bastará con dar un repaso a las estadísticas del jugador en cualquiera de sus partidos, también en el de Butarque, para no intentarlo. Sin embargo, todavía sorprendió más Martín con la ausencia de Urko Vera. Prefirió a Nino para entretener el balón en lugar de al ariete como referente en el área. Cuando lo sacó ya era tarde, y lo mismo le ocurrió con Alex Berenguer. Los goles pesaban toneladas para un equipo que debía cambiar radicalmente de mentalidad, y con un hombre menos. Lo más normal hubiera sido que el Leganés sumara una goleada de escándalo, algo que tuvo a su alcance.

El de Leganés era el primer partido de una serie que dibujará las posibilidades reales de Osasuna para final de temporada. Ahora tocan Zaragoza, Córdoba, Lugo y Alavés. Casi nada. Sumar un punto ante ellos no vale de nada si los demás van de tres en tres. Hay que ser más ambiciosos, y hay mimbres para intentarlo. Si a De las Cuevas se le deja jugar como sabe, cambiará el fútbol del equipo. Si tiene que jugar a defender… mejor ni intentarlo. Que siga Nino entreteniendo el balón. Y a ver entonces quién anima.


  • Los comentarios que falten el respeto y que no se ciñan al tema de la noticia, podrán ser eliminados.
  • Cada usuario será el único responsable de sus comentarios.
Martín pierde de vista el ático