Algunos paseantes se detienen a ver lo que hay expuesto en las mesas del rastrillo rojillo en los bajos del estadio de El Sadar, cuando apenas han pasado unas horas del triunfo de Osasuna sobre el Villarreal (1-0), con gol de Chimy Ávila en el minuto 62 de juego.
El pamplonés José Ángel ‘Miki’ Bermejo Taniñe es el 'alma mater' del rastrillo. Ha cumplido recientemente 50 años "cuarenta y diez" pero su entusiasmo osasunista sigue igual de vivo que cuando viajaba con el equipo rojillo, en aquella segunda división de los años 90 en el Salto del Caballo ante el Toledo.
Extrabajador de Wolkswagen Navarra, aprovecha su tiempo para transmitir a sus hijos el espíritu rojillo. Acude a donde haga falta, como a los traperos de Emaus para conseguir objetos que le ayuden a ampliar el rastrillo en los bajos de El Sadar y anima a cuantos quieran colaborar en esta iniciativa popular.
El pasado domingo 6 de marzo se llevó una sorpresa agradable que casi le hace romper a llorar. Le han nombrado 'alcalde del rastrillo rojillo'. Sus compañeros en esta iniciativa, Benjamín José Recarte y Maitane Casasús Rubio, le han entregado un diploma enmarcado por su trabajo desinteresado.
"Era concejal del rastrillo y me han nombrado alcalde. Ha sido una sorpresa", indica Bermejo emocionado. En el rastrillo "estamos Benjamín, Maitane y yo haciendo lo que podemos. A ver si se anima más gente. Con Osasuna he ido a Salamanca, Toledo y a todos los sitios de aquí cerca" en los años duros de la segunda división en los años noventa.
Su afición a Osasuna y a los cromos le viene desde niño: "Tenía mucha afición por los cromos. Mucha. Al ser padre me volvió la afición por ese mundo y en esta lucha que tengo contra la tecnología, que solo nos comunicamos por whatsapp, pues quería recordar el papel, la gente que ha guardado cosas con las que jugaban nuestros padres y nuestro abuelos y me especialice en los cromos de Osasuna".
"Mi padre tenía muchas cosas guardadas. Cuando murió vi lo que guardaba, las revistas que daban en el Sadar desde el año 72. Quería hacerle un homenaje y dejar una herencia a mis dos hijos de 10 y 13 años con este tema. Aparte de disfrutarlo yo y enganchar a la gente porque hay afición. Lo que nos falta es organización".
Con todo esto lo que quiere también es "recordar quién ha estado en Osasuna, enseñar la historia, ver los cromos de antes y los de ahora. He intentado conseguir los más antiguos desde el año 1932 y hasta ahora. Entonces no era como ahora que Tebas controla todo. Había muchas colecciones. He conseguido mucho material. Es muy bonito, son obras de arte. Es honrar a los que estuvieron y enseñar a los que vengan", afirma el 'alcalde' del rastrillo.
"Básicamente los que estamos aquí involucrados somos Benjamín, Maitane y yo. Luego siempre viene alguien a colaborar. A ver si seguimos creciendo, vender alguna cosa para autofinanciarnos porque ahora estamos pidiendo mesas a los amigos", asegura Miki Bermejo.
Ahora está más animado por la respuesta de los aficionados: "Este último mes me ha venido mucha gente. Un señor con doce kilos de cromos, otro con doce álbumes completos de ligas, unas botas antiguas, el hijo del expresidente Javier Miranda me ha prestado camisetas firmadas por jugadores".
Poco a poco espera que la gente "se anime, que venga, que comparta, que enseñe sus cosas y luego si alguien quiere vender que haga lo que quiera. Soy muy amigo de una hija de Pedro Mari Zabalza. Hable con ella y le conseguí cosas que no tenía y ahora me ha dejado detalles muy especiales para mí".
La colaboración con el club rojillo "sería interesante que fuera algo, pero esto ha crecido para la gente. Si el club quisiera yo encantado que nos apoyaran al menos para dejarnos un sitio para dejar las cosas. Si la Fundación Osasuna quiere poner un puesto sería interesante que la gente conozca el proyecto", afirma Bermejo.
El rastrillo rojillo está colaborando con diferentes iniciativas: "Recogiendo comida para Ucrania, también con 'sonrisas de comida' de Juan Manuel Pedreño, los moteros de Pica de la asociación contra el abuso infantil. No solo es fútbol, cromos y deporte sino conseguir que un domingo al mes nos juntemos un grupo de gente con las mismas aficiones y pasar la mañana a gusto".
"El otro día me fui con mi hijo a los traperos de Emaus, porque hay cosas que para algunos es una basura y para otros es un tesoro. Compré dos maletas baratas para meter las cosas del rastrillo. Encontré un accesorio para colgar las camisetas al que le faltaba una rueda", asegura 'Miki' Bermejo.
"Encontré un oso de peluche que valía cinco euros y le dije a mi hijo Mikel si tenía una camiseta de Osasuna pequeña para ponérsela. Ahora lo hemos reconvertido y es una mascota rojilla para que los chavales se hagan una foto con ella y le saluden. Es la esencia de lo que quiero hacer. Se ha quedado solo en una tienda esperando que alguien viniera a por el y lo hemos recuperado".
Toda esta ilusión de 'Miki' Bermejo tiene mucho que ver "con los cuarenta y diez años que he cumplido. Llegas a esta edad y te preguntas qué haces y porqué no intentarlo. Entras en una edad y dejas de hacer cosas o no te atreves a hacerlas".
"Me he lanzado. Tiene su sacrificio pero también su recompensa. Estoy orgulloso de ofrecer algo mío a la gente porque quiero agitar alguna conciencia, que no todo es ir a Itaroa y la Nintendo", asegura 'Miki' Bermejo.
