Bajo su presidencia ha tenido que afrontar crisis deportivas, económicas, ceses de técnicos, comparecencias en los tribunales y el ascenso a Primera.
La historia de la era Sabalza en Osasuna son 27 meses de altibajos en una travesía marcada por la crisis económica del club, las deudas, la dación en pago al Gobierno, el paso por los tribunales y los vaivenes deportivos: del casi descenso a Segunda B al ascenso a Primera y al descenso esta campaña a Segunda. Llegó en diciembre de 2014 y se marcha en marzo de 2017.
Luis Sabalza y su Junta Directiva tomaron posesión del club el 10 de diciembre de 2014 en un momento muy convulso, al ser la única conformada en la tercera convocatoria del proceso electoral tras la dimisión de Miguel Archanco.
Sin aspirantes en las dos primeras convocatorias, en la tercera se presentaron como candidatos a la presidencia Luis Sabalza y Javier Zabaleta quien para poder optar al cargo dimitió como presidente de la comisión gestora que ha dirigido al club desde la renuncia de Archanco en junio de 2014.
Tanto Sabalza como Zabaleta presentaron sus candidaturas en el último día de plazo, el pasado 28 de noviembre de 2014, pero posteriormente este último retiró su candidatura.
Sabalza, exdefensor del socio del club, formó junta directiva con Eva Blanco (vicepresidenta), Fidel Medrano (tesorero), Juan Ramón Lafón (contador) y Pedro Baile (secretario).
Los primeros problemas llegaron pronto con las diferencias entre los directivos. Así, Eva Blanco y Juan Ramón Lafón perdieron la confianza del resto de los componentes de la directiva y fueron expulsados de la misma el 24 de febrero de 2016.
Sabalza y sus dos miembros de la Junta necesitaban sustituir a los destituídos para alcanzar el número mínimo de cinco, de manera que incorporaron a Alfonso Ramírez y a Txuma Iso el 25 de febrero.
A los problemas entre directivos se ha unido una situación deportiva delicada con el equipo colista de la Primera división, dificultades económicas con el Gobierno de Navarra, exmandatarios del club en los tribunales y una situación agravada por la durísima situación deportiva del equipo y virtualmente descendido hace semanas a Segunda.
