El entrenador del Espanyol, Vicente Moreno, ha ofrecido sus impresiones del empate de su equipo ante Osasuna (1-1) con un gol de Kike Barja que abrió el marcador para los rojillos en el minuto 41 de juego.
Negó que dejar en el banquillo a Raúl de Tomás fuera un castigo: "No castigo ni a mi hijos. Hay que tomar decisiones y tienes en cuenta muchas cosas. Tienes en cuenta el rival y los partidos anteriores".
"Podemos pensar que fue equivocado tomar esa decisión, pero eso no lo sabremos hasta después, así que volvería a hacer lo mismo. Era la decisión más adecuada".
Sobre los motivos tácticos, el técnico fue repreguntado y siguió con las explicaciones sobre por qué había decidido que por primera vez en la temporada el delantero no fuera de la partida:
"Osasuna tiene la defensa muy adelantada, deja espacios, y con Wu Lei y Puado podíamos atacar esos espacios pero no hemos estado bien", reconoció el técnico, quien incluso comentó que "estaría bien que le preguntaráis a él".
Vicnete Moreno aseguró en rueda de prensa: "Hubo una primera parte muy diferente a la segunda, en la primera estuvimos todos mal", pero que no fue una cuestión de "voluntad" del equipo, sino de aplicar mal el plan de partido porque "los jugadores estaban muy nerviosos"
"Intentamos crear un clima para estar de la forma óptima, pero son personas y en el final de temporada todos se juegan mucho". Eso generó problemas en el juego según el técnico.
"Partimos del posicionamiento y de otras cosas. Lo podríamos haber hecho mejor, seguro. Estuvimos con mucha pérdida, sin ser nosotros, sin dar opciones de pase y favoreciendo la forma de jugar de Osasuna", comentó.
"A veces no es un tema de resultados, la gente acabó contenta por nuestra segunda parte". Y, sobre ese aspecto, reconoció que "lo ideal es que todo el ambiente sea más suave, pero para ello nosotros debemos ser los de la segunda parte. Cuando transmites esa voluntad, la gente lo reconoce. Colaboraremos para que el ambiente sea lo más positivo. De la mano, logramos buenos resultados".
