El árbitro Socorro González suspendió el partido cuando los rojillos ganaban 1-0. El choque se reanudó en Zaragoza a puerta cerrada.
Se cumplen ya 28 años del partido más recordado de todos los Osasuna - Real Madrid. Se jugó el sábado 28 de enero de 1989 en El Sadar y fue suspendido poco antes del descanso, con el marcador 1-0 a favor de los rojillos con gol de Pizo Gómez.
El árbitro Socorro González indicó la suspensión en el minuto 43 después de una serie de lanzamientos al portero Paco Buyo en la portería de Graderío Sur y de varias advertencias al delegado y avisos por megafonía.
El colegiado canario aseguró que "el lanzamiento de objetos fue constante. A la cuarta fue la vencida y decidí que el partido no podía seguir. En concreto a Buyo le han tirado de todo, manzanas, plátanos, monedas, objetos de hierro y naranjas".
El entrenador de Osasuna, Pedro Mari Zabalza afirmó que "todo el mundo lo ha visto. Son cuatro gamberros que han destrozado un partido que podíamos ganar. El partido, dentro del campo, era hasta entonces de una deportividad exquisita. El árbitro no debió suspender el partido".
El delegado de Osasuna, Daniel Zariquiegui, aseguró tras la suspensión que "el árbitro ha cumplido al pie de la letra el reglamento. Me había advertido varias veces antes de suspender el partido".
"En el vestuario le pregunté porque no terminaba al menos el primer tiempo y se cambiaba de portería, pero me dijo que si por casualidad se equivocaba a favor del Real Madrid podrían hundirnos a todos".
El partido se reanudó el miércoles 3 de mayo de 1989 en el estadio de la Romareda a puerta cerrada. El Real Madrid marcó el 1-1 con un gol de Hugo Sánchez que pegó en el larguero y botó en la línea de gol, pero Socorro González indicó gol. Poco antes el árbitro tinerfeño no señaló un claro penalti de Buyo a Bustingorri.
