El Día de las Peñas de Osasuna ha congregado a cientos de aficionados en una comida para animar el ambiente de cara al partido contra el Granada.
A pesar del descenso y de que El Sadar acoge este sábado su último partido en Primera División antes de comenzar un nuevo periplo por la categoría de plata del fútbol español, la afición de Osasuna le pone buena cara al mal tiempo.
La Federación de Peñas está despidiendo la temporada con la celebración este sábado de su fiesta anual, marcada por el buen ambiente y la diversión para sobrellevar el nefasto rumbo deportivo del equipo.
El día de las peñas ha arrancado a las 10.30 horas de la mañana con un encuentro entre cientos de peñistas para dar buena cuenta de un almuerzo. Los aficionados han podido degustar chistorra, tocino, pan y un surtido de bebidas para arrancar con fuerza la jornada.
La música festiva de charanga ha acompañado a los peñistas hasta la tradicional comida que se ha celebrado a partir de las 13.30 horas en el frontón de Cordovilla. El menú de esta comida ha sido algo más liviano que el potente almuerzo y los cientos de comensales han podido comer ensalada mixta, espárragos con mahonesa, paté con tostadas, surtido de jamón, chorizo y salchichón, y como plato principal una paella de verduras y pollo.
La guinda ha llegado con la tarta de hojaldre y la irrupción de Rojillo y Rojilla en el frontón para dar rienda suelta a una sobremesa amenizada con la música de un DJ. Aunque los aficionados esperan que la verdadera guinda que corone el pastel llegue con un triunfo de Osasuna ante el Granada.
A partir de las 18.30 horas, los rojillos se verán las caras con los andaluces, últimos contra penúltimos, en la oportunidad definitiva para que Osasuna se quite el sambenito de farolillo rojo, se embolse medio millón de euros más por la posición final en la tabla y despida el curso en El Sadar regalando una segunda victoria a su incasable afición.
