El jugador del Sporting de Gijón, próximo rival de Osasuna, considera el estadio de El Sadar como "un campo complicado".
“Estamos trabajando muy bien”, señaló en la sala de prensa de Mareo el jugador del Sporting Carmona, uno de los capitanes del equipo rojiblanco, que explicó que “la pasada jornada sacamos un punto y ahora se trata de hacerlo bueno en Pamplona”.
Defiende el buen ánimo del equipo de jugar igual fuera que en casa, “aunque pueda suponer una dificultad mayor”. Precisamente considera al Sadar un “campo complicado”, al igual que al propio Osasuna, “uno de los equipos que mejor se han reforzado y que al final estará arriba”.
El atacante mallorquín señaló que “tenemos un buen vestuario” y que “tanto los nuevos como los que han subido del filial se han adaptado muy bien”, aunque “el equipo está todavía en fase de construcción”. Le preguntaron por Blackman. “En los entrenamientos se ve que tiene talento”, respondió.
En el aspecto personal se siente bien en cualquiera de las dos bandas. Asume que está "para aportar" y para que “sea el entrenador el que decida”.
Los siete puntos logrados en casa en tres partidos le parece un buen bagaje, aunque apostilla la importancia de “que El Molinón sea un fortín”. Agradece el apoyo de la afición, que “ha estado de diez”. En cuanto a la exigencia, señaló que “en esta Segunda, cuajada de equipos históricos, la hay para todos; se ve la igualdad”.
