Los jugadores de Osasuna guardan descanso hasta el lunes 27 de diciembre, cuando acudirán a las instalaciones de Tajonar a las 17 horas con el objetivo de preparar el primer partido de liga de 2022. El rival será el Athletic Club de Bilbao el lunes 3 de enero a las 21 horas en el estadio de El Sadar.
El aumento de los contagios con la variante ómicron ha hecho saltar las alarmas en la Liga de Fútbol Profesional, cuando parecía superado lo peor de la pandemia. Los equipos ahora disfrutan del descanso navideño y no hay liga el próximo fin de semana de los días 25 y 26 de diciembre, pero deberán reforzar todos los controles.
De hecho, Osasuna ya ha tenido dos positivos en la última jornada de liga. Ha sido el caso de Kike García y de Ante Budimir, que no pudieron viajar con el equipo hasta el coliseum Alfonso Pérez en Getafe (1-0).
Tras la última reunión de la Comisión Delegada de La Liga, ha establecido la obligación de realizar test de antígenos diarios a partir de enero de 2022. Una medida con el objetivo de tener testeados a todos los jugadores, cuerpo técnico y miembros de los clubes que estén en constante contacto con las primeras plantillas. Esta ampliación del control sanitario se extenderá, como mínimo, durante los primeros 15 días del 2022.
Estos test de antígenos se realizarán diariamente antes de cada entrenamiento. Además, irá acompañado de un control serológico que estará en manos de LaLiga y que también supondrá la realización de pruebas PCR cada semana. Así, los jugadores sumarán una nueva prueba a la que ya estaba establecida hasta el momento y por la que las plantillas pasaban PCR antes de cada partido.
LaLiga también ha establecido en este nuevo protocolo la obligación de pasar una PCR previa tras el regreso del breve parón por Navidad, así como otro control de igual categoría siempre que los jugadores regresen de sus partidos con selecciones FIFA o a aquellos miembros de las plantillas de Primera y Segunda que hayan disfrutado de tres días consecutivos sin trabajar en las instalaciones, lo que podría suponer un mayor contacto con personas externas a la burbuja del equipo.
Por si fuera poco, un test de antígenos negativo permitirá entrenar a estos casos anteriores. Sin embargo, para poder acceder a instalaciones cerradas será obligatorio haber presentado una PCR negativa.
Durante los partidos, para aumentar la seguridad a lo largo de los 90 minutos, LaLiga también quiere que todo aquel que esté en el banquillo porte una mascarilla FPP2 a excepción del primer entrenador.
Además, los jugadores tendrán que procurar ducharse en sus domicilios particulares u hoteles, y acudir con la equipación de entrenamiento o de partido a las instalaciones. Así, la organización pretende que se reduzcan las posibilidades de contagio.
