Los socialistas se convierten en los compinches de Asirón y atacan ya a los expertos que no piensan u opinan como ellos.
- martes, 16 de abril de 2024
- Actualizado 07:58
El PSN de Pamplona ha perdido el norte en su seguidismo de EH Bildu, partido que no se caracteriza precisamente por su tolerancia y respeto a los demás.
Los socialistas siguen empeñados en hacer oposición por oposición, sin aportar ya valor alguno a su presencia en Pamplona, que se ha reducido a ser el apoyo más fiel de los abertzales, a quienes deben el Gobierno de Navarra y la vicepresidencia de la Mancomunidad para Maite Esporrín.
Los concejales socialistas han apoyado este martes en Pamplona un texto para censurar la opinión de la profesional de Comunicación del consistorio, que explicó en unas jornadas el grave error del Gobierno anterior de Asirón (EH Bildu), que pretendió convertir los Sanfermines en el parque temático de la violación y las agresiones sexuales.
La Comisión municipal ha aprobado este martes una declaración en la que se rechaza "clara y rotundamente el discurso de la responsable de Comunicación del Ayuntamiento de Pamplona en contra de que se visibilicen y denuncien todas las agresiones sexuales y sexistas que se cometen en Sanfermines".
La ridiculez de la propuesta, el absurdo de la votación y el mero hecho de tratar hacer creer que una mujer puede pretender esconder agresiones sexuales solo puede caber en la cabeza de muy malas personas y de personajes que juegan sucio, algo que estaba limitado en Pamplona a EH Bildu, pero que Maite Esporrín y los socialistas están dispuestos a superar con creces.
Tras los graves hechos de La Manada en los Sanfermines de 2016, EH Bildu apostó por informar de las agresiones sexuales de los Sanfermines del año siguiente como si fueran un resultado de fútbol o el parte de heridos de los encierros.
Una auténtica aberración que se tradujo en un empeoramiento de la imagen de Pamplona, máxime cuando la mayoría de esos casos de los que EH Bildu hizo bandera quedaron en la absolución o el archivo judicial, bien porque no eran ciertas las denuncias o porque simplemente eran inventadas, como se demostró posteriormente.
EH Bildu apostó por señalar a Pamplona y a San Fermín como un lugar inseguro donde las mujeres son violadas en cualquier esquina sin que nadie haga nada. Esa fue al apuesta comunicativa de Asirón mientras fue alcalde de Pamplona, algo que cuadraba bastante con su interés en terminar con las fiestas tal y como las conocemos.
Cada mañana de San Fermín, los medios nacionales esperaban con avidez el parte de agresiones sexuales que Asirón servía para destrozar la imagen de la ciudad, sin importarle el daño que hacía y la credibilidad de los hechos. Todo valía en su atroz campaña de desinformación.
Hace unos días, la responsable de comunicación del consistorio pamplonés explicó en unas jornadas las ideas llevadas a cabo por la suspensión de las fiestas por el coronavirus y aprovechó la ocasión para explicar que fue error aquella apuesta de EH Bildu por señalar a Pamplona como una ciudad insegura para las mujeres.
Según explicó, el caso de La Manada hizo mucho daño a Pamplona, y “la gestión de comunicación lo incrementó”. La imagen de Pamplona tuvo un deterioro sin precedentes, “no sólo por lo acontecido, que fue una barbaridad, sino por el acento que se puso en la comunicación de las agresiones o abusos”. En los años siguientes se sobredimensionó y Pamplona aparecía como una ciudad con problemas de seguridad en estos temas, “cuando los datos reales indicaban lo contrario”.
Ahora, EH Bildu y los socialistas navarros, tanto monta monta tanto, quieren reprobar la opinión de una profesional perfectamente explicada, sólida en sus argumentos y con todo el fundamento, algo posiblemente compartido por la mayoría de los ciudadanos.
¿Qué pinta el PSN, qué hace Maite Esporrín censurando la opinión de una profesional? ¿En qué se han convertido los socialistas? ¿Hasta dónde piensan llegar con tal de cumplir sus acuerdos con los batasunos? Que lo hagan el ultraderechista Leuza, de Geroa Bai, o la totalitaria Eva Aranguren, de EH Bildu, era algo previsible, porque juegan con la mentira, la inquina y el rencor como armas políticas.
¡Pero qué bochorno Maite Esporrín!. De gritar Agur Asirón a ser la monaguilla de los proetarras.
