La campaña se desarrollará hasta el próximo otoño en medios de comunicación nacionales, redes sociales y grandes superficies.
La Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja quiere irrumpir con fuerza en el mercado de los blancos con una oferta de valor, que satisfaga a todos los paladares y ponga el acento en el buen hacer y liderazgo de su vinos, mensajes que cristalizan en una campaña institucional que se iniciará en abril.
Según ha informado el director general del Consejo Regulador de la DOCa, José Luis Lapuente, se trata de una campaña nacional específica de comunicación, "no de una publicidad pura y dura", que, por primera vez, realiza esta entidad para los vinos blancos de Rioja y que tendrá una continuidad en el tiempo.
La campaña se desarrollará hasta el próximo otoño en medios de comunicación nacionales, redes sociales y grandes superficies, y pondrá el acento en los contenidos y valores de los blancos que Rioja va a ofrecer.
Sus mensajes comunicarán que "Rioja, líder de los vinos de calidad, es capaz de ofrecer una oferta tremendamente atractiva, no solo en vinos más desenfadados, sino en otros más complejos".
El alcance de esta acción a grandes superficies se explica en la nivelación que, como consecuencia de la crisis, se ha producido entre el canal de la alimentación canal -en el que Rioja tiene una fortaleza importante- y el de hostelería, donde siempre ha tenido un gran dominio, ha detallado.
Dentro de las grandes superficies, la previsión es que, dentro del paraguas de los vinos de Rioja, también puedan desarrollarse maridajes de los blancos de Rioja con otros productos alimentarios de calidad que ofrezca esos establecimientos comerciales, como puede ser el queso.
La campaña es específica para el mercado nacional porque representa el 65 % de la comercialización total de los vinos de Rioja y España es el principal cliente de esta Denominación.
Además, una de cada cuatro botellas de vinos de calidad que se beben en España son de vino blanco, lo que "para Rioja es un reto a afrontar", ha indicado Lapuente.
Ha recordado que, en 2005, el Consejo Regulador trazó, en su hoja de ruta, el objetivo de que Rioja fuera un referente mundial de los vinos de calidad y con una oferta y un planteamiento de valor, para lo que, dentro de sus ejes de actuación, se planteó también renovar la oferta de los blancos para el consumidor final.
Diez años después, la DOCa Rioja, que comparten 61.870 hectáreas de viñedo en producción repartidas entre La Rioja, País Vasco y Navarra, ha respondido "con éxito" a aquel reto al incorporar unas variedades blancas con carácter complementario al viñedo blanco existente, que son "atractivas", y que van a conformar, a corto plazo, una masa crítica suficiente para lanzar nuevos blancos.
Estas nuevas variedades, algunas de las cuáles ya han entrado en producción, ha recordado, ocupan una superficie de 1.500 hectáreas de las 4.000 de uva blanca que tiene Rioja, y que, en su mayoría, son de "viura", que es el "adn" en blanco de la DOCa.
Además, se ha demostrado que estas variedades complementarias incorporan las características y las preferencias del consumidor actual, muy en particular, la autóctona de Rioja "tempranillo blanco", recuperada a través de un "prolija investigación".
El buen comportamiento que los blancos de Rioja han tenido en el mercado, particularmente en 2015, con 16,88 millones de litros comercializados y un crecimiento del 13,67 %, ha sido también un acicate para que el Consejo se haya planteado esta campaña en España, donde estos vinos, el año pasado, crecieron el 16,30 % y se comercializaron 11,7 millones de litros.
Otro referente que ha ilustrado a Rioja en las posibilidades de crecimiento de sus vinos blanco es que representan el 25 % de la cuota en el mercado nacional y un 35 % en el exterior.
"Ello nos sigue haciendo pensar que, con nuestras herramientas, nuestra propuesta y nuestra garantía, tiene que haber una oportunidad de crecimiento seguro para estos vinos", ha concluido Lapuente.
