El debate electoral a cuatro reunirá esta noche a Soraya Sáenz de Santamaría, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias.
Los protagonistas del debate electoral a cuatro que hoy reúne a Soraya Sáenz de Santamaría, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias ultiman sus estrategias ante ese espacio televisado y repasan cifras, datos y argumentos que exponer y con los que contrastar las críticas que reciban.
Atresmedia organiza este debate al que acudirán los principales candidatos a la Presidencia del Gobierno excepto en el caso del PP, que ha optado por estar representado por Sáenz de Santamaría, una decisión que ha sido criticada por el resto de líderes políticos.
Todos ellos han liberado su agenda para cerrar con sus colaboradores más cercanos los preparativos de esa cita, y en la recepción del Congreso con motivo del Día de la Constitución, han expresado sus expectativas ante el debate.
Rajoy, en una conversación informal con periodistas, ha opinado que su ausencia no le va a pasar factura electoral y que si así lo creyera habría estado presente en el mismo.
Ha dicho que no ve complicado el debate para su vicepresidenta y que confía plenamente en ella.
Sáenz de Santamaría también ha asegurado que el presidente no le ha dado ninguna instrucción y ha recordado que hará lo que no pudo hacer en 2011, cuando, a punto de dar a luz, iba a participar en un debate entre los 'números dos' de los diferentes partidos y al final fue sustituida por Alberto Ruiz-Gallardón.
Pedro Sánchez ha explicado que el debate será importante pero que el "decisivo" será el cara a cara con Rajoy del día 14 organizado por la Academia de Televisión.
El candidato socialista intentará "focalizar" sus críticas en Sáenz de Santamaría como representante del PP y para resaltar la ausencia de Rajoy.
Ha restado importancia a que el hecho de que haya una mujer en el debate pueda tener alguna incidencia. "Eso está superado", ha zanjado.
Para Sánchez, "no será un debate ni más fácil, ni más difícil que otros", sino diferente por el hecho de que sea más innovador y los moderadores formulen preguntas.
Sus argumentos se centrarán en destacar la historia y la experiencia que atesoran los socialistas y la "apuesta de futuro" que encarnan respecto a otros partidos.
Fuentes socialistas han admitido que la posición de Sánchez es "más difícil" al estar en el "fuego cruzado de todos", pero han remarcado que su objetivo es no entrar en la estrategia que pretendan imponer sus rivales.
Lo que peor lleva Sánchez es el hecho de que los candidatos, que estarán de pie, no dispongan de atriles en el plató, sólo de una pequeña mesa cada uno al lado.
Albet Rivera no ha querido desvelar hoy a los informadores la estrategia que seguirá, pero sí se ha mostrado seguro de que no entrará en una posible ataque a tres contra la vicepresidenta.
Tras asegurar que no siente "miedo" pero "respeto, todo", ha considerado que no cree que Sáenz de Santamaría vaya a arreglar mañana lo que el Gobierno "no ha hecho en cuatro años" y ha garantizado que no insistirá en la ausencia de Rajoy.
Al igual que Sánchez, Rivera tampoco cree que vaya a ser decisivo para que los ciudadanos decanten su voto a favor de un partido o de otro.
El líder de Podemos ha asegurado afrontar ese reto relajado y tranquilo porque ha dicho que es como ir a un examen para el que se ha estudiado.
Iglesias confía en que sea un debate que deje clara ante los ciudadanos la diferencia entre la "autenticidad y el márketing".
En su opinión, la mejor recomendación que puede recibir para este debate es "ser lo que somos" y recordar al país que lo que comenzó hace año y medio puede convertirse en realidad, como ya ocurrió en las elecciones municipales de mayo.
Pablo Iglesias preparará mañana por la mañana el debate en su casa, solo, y por la tarde se reunirá con sus colaboradores más cercanos para repasar diversos documentos sobre los bloques en los que se dividirá la confrontación dialéctica con sus oponentes.
