Aunque ya algunos están controlados, siguen activos unos 25 incendios en estas tres comunidades septentrionales.
Los incendios forestales declarados hace varios días en distintas zonas de Cantabria, Asturias y Navarra continúan -algunos ya controlados- el último fin de semana del año, en el que el viento y la falta de lluvia siguen siendo protagonistas.
En Cantabria permanecen activos quince incendios forestales, sin que ninguno entrañe riesgos para las personas ya que se localizan en zonas altas alejadas de los núcleos de población.
No obstante, la situación es más complicada en el Valle de Toranzo, donde se mantiene activos seis incendios, y en Bárcena Mayor. Los incendios de mayor entidad se localizan en San Martín de Toranzo, Vejoris y Alceda.
Esto ha hecho que el Gobierno cántabro solicitara a primera hora de hoy al Ministerio de Medio Ambiente el envío de hidroaviones del grupo 43, con base en Torrejón de Ardoz (Madrid), como apoyo aéreo para combatir los incendios forestales que azotan la región.
El propio Ejecutivo regional confirmó poco después que uno de estos hidroaviones se había incorporado al mediodía al operativo de extinción de estos incendios en la comunidad.
En concreto, el hidroavión se ha incorporado a los efectivos que están extinguiendo un incendio en Bárcena Mayor.
Cantabria continuará en los próximos días en situación de alerta por riesgo elevado de incendio debido a la persistencia del viento sur y a la práctica ausencia de precipitaciones en las últimas semanas.
En Asturias, donde el pasado fin de semana se llegaron a contabilizar más de un centenar de incendios, quedan nueve activos.
Siete de ellos ya están controlados, según datos facilitados por el Servicio de Emergencias del Principado.
Los focos en los que los bomberos no han podido controlar aún el avance del fuego se sitúan en Porrimán, en el concejo de Morcín, y Las Morteras, en el de Somiedo.
Activos pero controlados se encuentran los focos declarados en Loza (Coaña), Arancedo y La Caridad (El Franco), La Barrosa (Tapia) y Parlero (Villayón), en la comarca occidental de Asturias, y en Nueva (Llanes) y La Roza (Parres), en la oriental.
Las predicciones meteorológicas mantienen para hoy en Asturias ausencia de lluvias y la continuidad del viento sur, condiciones que dificultan la extinción de los fuegos que desde hace más de una semana han quemado cientos de hectáreas en toda la comunidad.
Navarra es otra de las comunidades afectadas: el incendio forestal declarado la noche del jueves en una zona de barrancos con fuertes pendientes, en la localidad de Arantza, se mantiene activo, con un frente de unos 75 metros aún sin controlar y focos de fuego aislados en el área quemada, que es muy extensa.
Las variaciones en la dirección del viento han sido constantes durante las últimas horas, lo que ha motivado que el incendio pasase de estar prácticamente controlado hacia las 24,00 horas del viernes a reavivarse con tal fuerza en una zona de arbolado que sobre las 4,30 horas del sábado ha sido prealertada la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Sin embargo, otro cambio brusco del viento en torno a las 7,00 horas ha permitido dominar el frente y ya no ha sido necesaria la intervención de la UME.
Alrededor de 50 bomberos participan en los trabajos de extinción y se espera poder contar con el apoyo de medios aéreos, incluido un avión del Ministerio de Medio Ambiente, ha informado el Gobierno de Navarra.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), es posible que a última hora de mañana comiencen las precipitaciones pero en las comarcas más occidentales de Galicia, mientras que en el Levante peninsular y Estrecho no se descarta alguna llovizna ocasional.
En el resto de la península, continuará el tiempo estable.
Así, en Cantabria se prevén intervalos nubosos de tipo alto, con temperaturas con pocos cambios y viento del sur flojo arreciando al final, con rachas muy fuertes en áreas altas del interior.
En Asturias se estiman rachas muy fuertes de viento del sur en la Cordillera al final del día, mientras que en Navarra las rachas de viento serán muy fuertes al final en la vertiente cantábrica y, con menor probabilidad, en el Pirineo, según las mismas fuentes.
