El exconsejero ha fallecido este domingo 17 de julio en Sna Sebastian tras sufrir un ictus hace unos días.
El exconsejero socialista de Justicia y Educación del Gobierno vasco José Ramón Recalde, que en el año 2000 fue víctima de un atentado de ETA, ha fallecido este domingo en San Sebastián a los 85 años de edad tras sufrir un ictus hace unos días, según ha confirmado el PSE-EE.
La figura del exconsejero socialista del Gobierno Vasco José Ramón Recalde encarna como pocos la figura del intelectual comprometido con la libertad, tanto durante el franquismo como en la lucha contra ETA, banda que intentó asesinarlo y cuyo entorno le sometió a un agobiante acoso al que logró resistir.
Hombre con profundos vínculos universitarios (era licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid, doctor por la Universidad del País Vasco y catedrático de Teoría y Sistemas Jurídicos de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Deusto), destacó también desde joven por sus inquietudes políticas que le llevaron a fundar en la década de los sesenta un pequeño partido vasco, unido al Frente de Liberación Popular (FLP).
A causa de ello, fue detenido y torturado por la policía franquista y juzgado por un consejo de guerra, tras lo que permaneció en prisión entre 1962 y 1963.
Su compromiso político le llevó posteriormente a afiliarse al Partido Socialista y, ya en democracia, a ejercer distintos cargos públicos y a asumir la responsabilidad de la Consejería de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco en un primer momento y del Departamento Vasco de Justicia después.
En esta época comenzó a sufrir más intensamente el acoso del entorno de ETA, que se cebó especialmente en la librería Lagun, regentada por su esposa María Teresa Castells, y que fue objeto de numerosos ataques por parte de los radicales que pintaban sus paredes, apedreaban sus cristales y arrojaban pintura contra los libros en venta, lo que obligó a trasladarla de la Plaza de la Constitución a la calle Urdaneta de San Sebastián.
El 14 de septiembre de 2000, la banda terrorista decidió atentar contra su vida y le tiroteo en la cabeza cuando regresaba a su domicilio del barrio donostiarra de Igeldo, acompañado por su mujer.
Recalde logró sobrevivir a esta acción terrorista pero, según explican sus allegados, el disparo, que le alcanzó en la boca, le condicionó el resto de su vida "por completo", porque "le dificultaba mucho" una de sus pasiones que era "hablar" y conversar.
Una circunstancia que, sin embargo, no le impidió seguir reivindicando insistentemente una convivencia en paz y tolerancia para el País Vasco, como hizo pocos meses después de su intento de asesinato, al recibir un premio concedido por la fundación Broseta.
Según relatan sus próximos, tras el atentado, su faceta pública pasó a un segundo término y, padre de cuatro hijos y abuelo de cinco nietos, se centró en la familia, que le ayudó a tener "una vejez tranquila" con frecuentes viajes a Castellón, Barcelona y Madrid para ver a sus allegados, cuando éstos no estaban en San Sebastián.
En los últimos años, Recalde mantuvo su pasión por saber y conocer más y, paradójicamente, "aunque fue un hombre de letras toda su vida", se interesó por "intentar comprender los fenómenos de la ciencia". Comenzó entonces a leer sobre física, incluso cuando ya estaba ingresado en el hospital, pocos días antes de su muerte, que le ha sobrevenido hoy a consecuencia de una embolia pulmonar.
Su cuadro clínico había empeorado en las últimas fechas debido, según fuentes familiares, a un coágulo "agravado porque sus pulmones estaban deteriorados por las secuelas del atentado", algo que le ha debilitado y le ha impedido "soportar la infección".
