Además le robaron 300 euros durante la visita al tatuador por "gastos de desplazamiento" de Barcelona a Tarragona.
Aunque parezca sacado de una película, los Mossos d'Esquadra han detenido a dos miembros del Motor Club Hells Angels (Ángeles del Infierno) como presuntos autores de un delito de extorsión contra un tatuador de Tarragona, al que amenazaron con destrozarle la mano con un martillo si no les pagaba 2.000 euros mensuales.
Los detenidos, dos hombres de 31 y de 26 años de edad, de nacionalidad española y vecinos de Barcelona y Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), respectivamente, han pasado ya a disposición judicial y el juez ha decretado para ambos prisión provisional, ha informado la policía catalana en un comunicado.
Los hechos se remontan al 21 de marzo pasado, cuando el propietario de estudio de tatuajes de Tarragona denunció ante los Mossos que el 16 de marzo, cuando salía de su domicilio, había sido abordado con violencia por un grupo formado por tres hombres, que le intimidaron con un martillo para obligarle a entrar con ellos de nuevo en el domicilio.
Una vez allí, tras amenazarle y golpearle, registraron la vivienda, le sustrajeron 300 euros para cubrir, según ellos, los "gastos de desplazamiento", y le amenazaron con aplastarle la mano con un martillo si no les pagaba dos mil euros mensuales.
La víctima declaró que conocía a uno de los asaltantes, que era el vicepresidente del Motor Club Hall Angels y que éste le había dicho los motivos de la extorsión: la víctima además de haber mantenido una relación sentimental con la expareja del motero, le hacía la competencia a su estudio de tatuajes de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) aunque lo cierto es que los estudios están a más de 110 kilómetros entre sí.
Además, le acusó de difundir en el mundo de los tatuadores que los Ángeles del Infierno se dedicaban a extorsionar y a secuestrar a personas.
Las investigaciones policiales permitieron identificar a dos de los tres presuntos autores de la extorsión, uno de los cuales fue detenido "in fraganti" en Barcelona, el pasado 30 de marzo, cuando trataba de cobrar el primer pago.
