El asesino fue encontrado al ver en una cámara de seguridad que el hombre patinaba con gran destreza pese a estar el suelo mojado.
El indigente que falleció el pasado 5 de enero en Zaragoza murió por estrangulamiento presuntamente a manos de un patinador experimentado natural de la capital aragonesa, J.C.H., de 33 años y que está en prisión preventiva, según han informado hoy a EFE fuentes de la Policía Nacional.
El juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza que instruye las diligencias ha levantado el secreto de sumario por la muerte de este indigente, de 47 años y nacionalidad argelina, conocido en Zaragoza y sin enemigos aparentes.
Los hechos se produjeron en la madrugada del 5 de enero en la avenida de Cataluña, a la altura del número 289, donde la víctima fue hallada con diversas heridas y posteriormente trasladada hasta un centro hospitalario, en el que falleció unas horas después y donde se determinó, en colaboración con el Instituto de Medicina Legal de Aragón, que la muerte no había sido accidental.
La detención del joven de 33 años se produjo después de que agentes de la Policía Nacional visionaran unas imágenes de un vídeo en las que aparecían un hombre patinando con destreza a pesar de que era de noche y el suelo estaba mojado.
Esto permitió a los investigadores reducir el círculo de búsqueda y tras contactar con varias organizaciones de patinadores de la ciudad dieron con el detenido.
Al presunto agresor se le encontraron en su poder unos patines manchados con sangre, lo que implica dos posibilidades: que golpeara al indigente con ellos o que se mancharan con la sangre proveniente de las lesiones que sufrió la víctima.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que el detenido golpeó al indigente, quien quedó malherido y pudo refugiarse debajo de una furgoneta, donde fue encontrado por un hombre que paseaba un perro.
La causa del fallecimiento es estrangulamiento, según dichas fuentes, que han explicado que el hombre no falleció a consecuencia directa de los golpes que recibió y que le fueron detectados en la cabeza.
A pesar de que quedó con vida, las lesiones sufridas en la tráquea por el estrangulamiento fueron irreparables, según dichas fuentes, que hacen mención al resultado de la autopsia que se le practicó.
Aunque el agresor se ha negado a declarar ante la policía y también en el juzgado, los agentes han llegado a la conclusión de que la víctima y el agresor se conocían por lo menos de esa misma tarde del día 5, ya que existen testimonios de que habían estado juntos en un establecimiento cercano a un bar.
Dados los antecedentes y la agresividad del detenido, se cree que la agresión se pudo desencadenar por cualquier motivo, incluso una mirada mal interpretada, según dichas fuentes. El detenido pasó a disposición judicial el lunes y ahora está en prisión.
