Los investigadores sospechan que se trata de una célula dependiente de una organización de mayor entidad, que llevaría a cabo acciones similares en otros territorios.
La Ertzaintza ha desmantelado en Gipúzcoa una banda organizada dedicada al robo de calderas de gas y electrodomésticos en viviendas en construcción, una operación en la que han sido detenidas 2 personas en Irún, que han ingresado en prisión, y otras 3 están siendo investigadas como cómplices.
Según ha informado hoy el Departamento de Seguridad, el valor de la mercancía sustraída en diferentes obras en localidades de Gipúzcoa, Vizcaya, Navarra y Cantabria, asciende a 200.000 euros.
Los investigadores sospechan que se trata de una célula dependiente de una organización de mayor entidad, que llevaría a cabo acciones similares en otras comunidades autónomas.
La operación, denominada 'Eraiki', ha sido llevada a cabo por el Servicio de Investigación Criminal de la Ertzaintza en Gipúzcoa tras nueve meses de investigaciones destinadas a establecer la identidad de los cinco individuos que conformaban este entramado dedicado al robo de calderas de gas y otros electrodomésticos instalados o que iban a ser colocados en obras de viviendas en construcción.
El grupo habría actuado, entre noviembre de 2016 y mayo de 2017, en un total de quince hechos delictivos distribuidos en Asteasu, Hernani, San Sebastián, Azpeitia y Lezo, en Gipúzcoa, y en Bilbao, Sopela y Berango, en Vizcaya.
También hay indicios de que actuaron en Burlada y Huarte (Navarra) y en una sustracción perpetrada en la localidad de Castro Urdiales (Cantabria).
El operativo culminó el pasado jueves por la mañana con la detención en Irún de dos de los integrantes del grupo, de 40 y 42 años de edad.
Esa misma mañana se practicaron registros en los domicilios de ambos arrestados en la ciudad fronteriza y fueron intervenidos dos vehículos utilizados por los integrantes del grupo en los hechos investigados.
Los arrestados, además de tomar parte activa en los robos, eran las encargados de dar logística con vehículos, telefonía y alojamiento a otros tres componentes de la banda, que se desplazaban desde fuera del País Vasco para la realización de los robos y que se encuentran en calidad de investigados.
De hecho, uno de ellos no ha podido ser detenido por estar cumpliendo una pena de prisión en Salamanca, tras haber sido detenido en octubre pasado por ser considerado cabecilla de otra célula autora de robos similares, una circunstancia explicaría el parón de la actividad del grupo criminal en la segunda mitad del 2017, explican las fuentes.
Los otros dos varones componentes del grupo han sido identificados e imputados por la Ertzaintza, pero no detenidos, al tener fijada su residencia en su país de origen.
El valor de la mercancía sustraída en País Vasco, que era enviada fuera de la Comunidad Autónoma Vasca a través de una empresa de transporte de Alcalá de Henares (Madrid), podría superar los 200.000 euros.
Los dos arrestados fueron puestos este viernes por la mañana a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción número 4 de San Sebastián, cuya titular ha dirigido la investigación, y decretó su ingreso en prisión.
