Bernarndo Montoya, el asesino confeso de la joven zamorana Laura Luelmo, ha pedido este jueves en su declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Valverde del Camino (Huelva) que lo metan en la cárcel y no lo dejen salir.
"Si no, lo voy a volver a hacer. No me dejen salir jamás", ha dicho el hombre; una confesión que refuerza la petición de prisión permanente revisable de la familia de la profesora.
Echando un vistazo a su historial delictivo su amenaza cobra sentido: en el pasado asesinó a una anciana de 82 años y trató de violar -en balde, debido a su estado de embriaguez- a una joven que logró zafarse de él. Por ello fue condenado a 22 años de cárcel.
Montoya ha reconocido de esta forma que no es capaz de controlar sus impulsos, y que otra joven podría sufrir en el futuro la misma suerte que Laura Luelmo.
Este miércoles la Guardia Civil desveló que la profesora murió la misma noche de su desaparición, a raíz de un fuerte golpe en la cabeza que Montoya le habría propinado contra el suelo de su piso.
Después, inconsciente y envuelta en una manta, la habría trasladado al campo donde fue encontrada para agredirla sexualmente.