El penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, que se ocupa de la defensa de Rosario Porto, ha avanzado hoy que pedirá la deducción de varios testimonios oídos en el juicio.
El penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, que se ocupa de la defensa de Rosario Porto, madre de Asunta y acusada de su asesinato junto a su exmarido y padre de la menor, Alfonso Basterra, ha avanzado hoy que pedirá la deducción de varios testimonios oídos en el juicio.
Tras su salida de la última jornada de testificales planteada en esta larga vista oral, que se inició el pasado 29 de septiembre, el abogado ha confirmado a la prensa que en efecto pedirá deducción de testimonios, pero no ha querido avanzar cuáles, ya que lo hará "en el momento final", justo cuando se termine "toda la prueba" y por ahora, ha subrayado, "no quiero ir anticipando por dónde voy".
En todo caso, sí considera que hubo testimonios esclarecedores como el hecho hoy por el director del penal de Teixeiro (A Coruña), donde se encuentran internos los dos acusados del crimen de esta menor desde septiembre de 2013.
Para Aranguren, la declaración del responsable de esta cárcel gallega ha sido la de un hombre "serio y cabal", que, además, no tiene interés alguno "en favorecer ni perjudicar a nadie".
"Es bastante más honesto que otros que vinieron a hacer aquí acusaciones totalmente gratuitas y tendenciosas", ha zanjado.
Aranguren ha considerado, además, en términos generales, que a estas alturas el jurado no debería tener todavía una opinión formada sobre el caso, puesto que durante la primera parte de la vista oral "hemos estado tratando de manchar o lavar imágenes" y no preocupados por hechos pertinentes vinculados estrictamente al asesinato de la niña, "que es lo que se debe juzgar".
El letrado, consultado por si comienza para su cliente una semana especialmente dura con el inicio mañana de las pruebas periciales, ha constatado que sí: "me temo que sí, se va a hacer exhibición de fotografías nada agradables para nadie y menos para ella".
La abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, internos desde hace más de dos años en el penal coruñés de Teixeiro, son los dos acusados del asesinato de su hija, a la que adoptaron cuando no había cumplido todavía los doce meses de vida y que murió con doce años.
