• jueves, 28 de marzo de 2024
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TRIBUNALES

La justicia declara prescrito el homicidio de una joven embarazada de cinco meses que apreció con un tiro

La Guardia Civil sospechó que el hombre, estando casado y con tres hijos en Madrid, había iniciado una relación sentimental con la víctima ese año.

Una mujer embarazada.
Una mujer embarazada.

La sección 5 de la Audiencia de Barcelona ha declarado prescrito el homicidio en 1981 de una joven embarazada cuyos restos óseos se encontraron en 1999 enterrados en una finca de Sant Salvador de Guardiola (Barcelona).

La sentencia, consultada por Europa Press, confirma el recurso contra el procesamiento de quien entonces era pareja de la mujer, un hombre ahora de 75 años y sospechoso del crimen.

La causa se archivó en 2004 al no poderse identificar los restos encontrados ni hallar sospechosos, pero se reabrió en 2017 tras la petición de la Guardia Civil de nuevas pruebas de ADN, y en 2019 un juzgado de Manresa (Barcelona) procesó al sospechoso.

El cuerpo de la víctima fue encontrado casualmente el 5 de enero de 1999, cuando el propietario de una parcela situada en la urbanización Cal Esteve de Sant Salvador de Guardiola estaba excavando un hoyo con la intención de plantar un olivo.

La mujer tenía 25 años y estaba embarazada de cinco meses cuando fue asesinada, y su cadáver tenía un impacto de bala en la cabeza y un golpe en la mandíbula.

Los exámenes forenses permitieron determinar las causas de la muerte de la mujer y calcular su edad y el tiempo transcurrido desde su fallecimiento, aunque no fue posible identificarla, pese a que se extrajeron muestras de ADN tanto a la fallecida como al feto.

La Guardia Civil inició entonces una investigación, en la que revisaron las denuncias por desaparición de toda España -y también internacionalmente, a través de la Interpol- y centraron sus pesquisas en los propietarios de la parcela donde se halló el cadáver, sin hallar indicios que los relacionaran con la víctima.

Paralelamente, el perfil de ADN de la fallecida fue incorporado a la base de datos de personas desaparecidas y cadáveres sin identificar, denominado programa Fénix, sin que en un principio se hallara coincidencia alguna con las denuncias presentadas.

En el año 2000, el laboratorio de criminalística de la Guardia Civil llevó a cabo un retrato robot de la víctima a partir de su estructura craneal y facial, aunque esas gestiones tampoco dieron resultado.

Finalmente, en noviembre de 2017, la hermana de la víctima, residente en Madrid, se personó en una comisaría de la Policía Nacional para denunciar que no tenía noticias de su hermana desde el año 1981, una declaración que permitió centrar las sospechas sobre el detenido.

La Guardia Civil comprobó que M.M.T. era uno de los propietarios del terreno de la urbanización Cal Esteve de Sant Salvador de Guardiola y que, en la época en que murió la víctima, estaba casado con una mujer con la que tenía tres hijos.

La sospecha de los investigadores es que el hombre mató a la víctima en la casa que había comprado en Sant Salvador de Guardiola y que posteriormente la enterró. 


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