• jueves, 28 de marzo de 2024
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POLÍTICA

C's da el "sí quiero" a Sánchez para un matrimonio de incierto recorrido

La 'solución' bipartidista dependerá de la decisión que tome el Partido Popular, que no parece dispuesto a quedarse fuera de juego.

Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias, en respectivos actos políticos. EFE
Rajoy, Sánchez y Rivera. EFE

Los cuarenta diputados de Ciudadanos darán el "sí quiero" al candidato socialista a la investidura, Pedro Sánchez, después de negociar con el PSOE un pacto para un Gobierno reformista, que recoge, según C's, el 80 por ciento de su programa, pero que por ahora no tiene la aritmética para salir adelante.

A la sesión de investidura llegan con un acuerdo de legislatura impreciso en muchos aspectos con el que buscan sumar a derecha e izquierda los escaños que les faltan y, de hecho, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, argumenta que se trata de un proyecto que podría asumir el PP sin problemas pero también Podemos porque está pensado para la gran mayoría de los ciudadanos.

No obstante, su papel en la sesión del Congreso será sobre todo intentar atraer la "abstención" de los populares y por eso pedirá al presidente en funciones, Mariano Rajoy, que tenga sentido de Estado y facilite un Ejecutivo que pueda poner en marcha una segunda Transición.

Una nueva etapa política que aborde las reformas que necesita España para consolidar su crecimiento, crear empleo y fortalecer la unidad del país, entre los objetivos que persigue Ciudadanos con las propuestas consensuadas con los socialistas.

Intentará sumar a Mariano Rajoy, a pesar de que el presidente ya le ha dado un "no" rotundo por escrito y se ha negado a ver al líder de Ciudadanos antes de la investidura, que, por supuesto, da por fallida.

Con esta reunión, Rivera contaba para adelantar antes del martes, cuando arranca el pleno, ese trabajo de presión sobre el líder del PP, a quien estos días trata de convencer de que solo hay dos opciones posibles para gobernar el país con los números que hay. O la que quiere Podemos, que defiende la vía "rupturista", como insiste en asegurar Rivera, o la que ofrece el acuerdo PSOE-C's, de base "constitucionalista" y en la que Rivera ve que el Partido Popular encaja perfectamente.

Pondrá a Rajoy así en la tesitura de que explique por qué se cierra en banda a respaldar un acuerdo, que, en opinión de Rivera, tendría el respaldo de muchos de sus votantes y tratará de que aclare lo que no le gusta de suprimir las diputaciones, los aforamientos, impedir los referendos de autodeterminación y reducir el mandato del jefe del Ejecutivo a ocho años, entre otros.

Compromisos todos ellos recogidos en una reforma constitucional exprés que han rubricado Ciudadanos y PSOE, pero que sin el PP es imposible que salga adelante.

Si en su primera intervención el presidente de Ciudadanos se centrará fundamentalmente en defender ese pacto suscrito con los socialistas, en la réplica lo que le tocará seguramente es defenderse de los golpes más que probables de Rajoy, que ahora también le ha incluido entre los destinatarios de sus ataques.

Estos días ha tenido que escuchar del líder del PP más de un reproche por su "fulgurante evolución ideológica" y por "casarse" con el PSOE tras presentarse como alternativa al bipartidismo, recriminaciones que sin duda se repetirán la semana que viene en el hemiciclo.

Puede que Rivera no entre en el "cuerpo a cuerpo" o sí, pero lo que hará seguro es emplazar a Rajoy a que actúe con responsabilidad más allá del reparto de sillas y de las personas que encabecen este nuevo proyecto porque lo que cuenta, como recalca cada vez que tiene oportunidad, son los ciudadanos españoles y no los intereses de partido.

No conseguirá seducir a Rajoy y lo sabe, visualizando ya esa foto final "curiosa", que será ver votar al PP en contra de Pedro Sánchez junto a Podemos y Bildu


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