El hombre dejó de comer el postre al notar un gusto raro, por lo que la mujer decidió directamente golpearle en la cabeza con una botella de cava tras darse un baño juntos.
La Audiencia de Lleida está juzgando a una mujer acusada de querer matar a su marido con una natilla en las que había puesto relajante muscular y un sedante.
La mujer se enfrenta a un juicio por los hechos ocurridos en febrero de 2018, cuando no sólo trató que su marido comiera las natillas envenenadas sino que después le golpeó en la cabeza con una botella de cava.
Ahora la acusada, natural de la localidad de Mollerussa en Lleida, ha explicado ante el juez que el combinado de natillas y sedantes era un postre era para ella en el que decidió incluir unas medicinas recomendadas por un psicólogo.
La mujer, en prisión preventiva desde entonces y para la que la Fiscalía pide ocho años de cárcel, ha explicado en la Audiencia de Lleida que había machacado las medicinas y mezclado con las natillas para tomárselas ella y ha afirmado que no tenía la intención de matar a su marido.
Ha contado en el juicio que, tras la comida, ambos compartieron un baño en el que tomaron cava y que fue él quien le agredió a ella por negarse a mantener relaciones sexuales.
LAS NATILLAS TENÍAN UN GUSTO RARO
La Fiscalía sostiene que la mujer intentó que el hombre comiera las natillas, que él rechazó por encontrar un gusto raro.
Una vez en la bañera, la mujer salió primero, tiró a su marido al suelo y empezó a golpearlo con la botella de cava y con otro objeto y que, herido, logró llegar hasta la habitación de su hija y desde allí llamar al 112.
El hombre estaba encerrado en la habitación cuando llegaron los Mossos d'Esquadra, que tuvieron que romper un cristal de la puerta de entrada a la vivienda para poder entrar.
Los agentes encontraron a la mujer en el cuarto de baño en el interior de la bañera con un cristal en la mano con el que se había hecho cortes en la muñeca.
