El piloto navarro asume, aunque con "pena", el fin de su carrera debido al grave accidente producido en el circuito Paul Ricard.
El navarro Alex Mariñelarena asume, aunque con "pena", el fin de su carrera como piloto de motociclismo debido al grave accidente producido en el circuito francés de Paul Ricard, que finalmente ha conllevado la incapacidad profesional permanente para pilotar, si bien puede hacer vida normal.
Mariñelarena sufrió en febrero de 2014 un accidente en unos test de prueba como piloto del equipo francés Tech3 de Moto2, un golpe con un muro del circuito que le hizo estar seis días en coma inducido y un largo proceso de recuperación que no ha concluido del todo de forma satisfactoria al no poder volver a competir.
A sus 23 años, el navarro asume que no regresará al motociclismo profesional: "Con el tiempo he ido madurando que esto se ha terminado", ha afirmado.
"La verdad es que hace unos meses no lo tenía muy asimilado pero ya he conseguido tenerlo todo más claro y pasar página", ha manifestado.
Mariñelarena ha calificado de "pena" lo sucedido al no poder dedicarse a algo por lo que ha estado "luchando desde muy pequeño", pero ha subrayado que "hay que plantarle cara" a la realidad.
"No se puede cambiar lo que ha pasado y simplemente hay que tratar de llevarlo y que no me venga abajo", ha dicho el deportista navarro, quien ha reconocido no obstante que "a nadie le gustaría tener este final".
Ha subrayado que tiene superado la época de ser "bastante negativo con todo lo que ha pasado", pero ha admitido que durante mucho tiempo estuvo "con mucho bajón anímico".
"El físico lo tenía más o menos bien a los seis meses, pero es impotencia no poder luchar por lo que quieres. Es una peña, pero poco a poco con el tiempo he ido madurando que esto se ha terminado. La vida sigue y hay que hacer otras cosas", ha indicado.
Ha comentado que ha tenido la "suerte" de que la lesión no le ha pasado "factura" para la vida normal, pero ha precisado que los médicos entendieron que no era "lógico" volver a competir por el riesgo de otro golpe en la cabeza en otra caída.
Aunque recuerda "con mucho cariño" sus años en los circuitos, Mariñelarena no ve claro seguir ligado al mundo del motociclismo, aunque tampoco lo descarta.
"Me planteo muchas cosas. Los primeros meses me he mantenido al margen del mundo del motor porque se me hacía muy duro sin verme pilotar. He desconectado un poco, pero no lo descarto de cara al futuro", ha finalizado.
