CICLISMO
El francés Julian Alaphilippe se impone al esprint en la meta de Viana
El campeón del mundo vence en la segunda etapa de la Vuelta al País Vasco entre Leitza y Viana.
06 abril, 2022 - 11:58 | Actualizado: 06 abril, 2022 - 12:39
El vigente campeón del mundo, el francés Julian Alaphilippe (Quick Step Alpha Vynil), aplacó ganando al sprint en Leitza la rebelión de los modestos en la Vuelta ciclista al País Vasco, cuatro aventureros de los equipos ProTeam que, tras cumplir con su rol de animar la carrera, soñaron con levantar los brazos en Viana.
Una carrera que llega apenas tres días después del triunfo del francés Barguil en el GP Miguel Induráin en Estella, con homenaje al navarro Floren Esquisabel por sus más de 40 años trabajando en el ciclismo navarro.
El protagonismo en la etapa entre Leitza y Viana fue para el vitoriano Ibon Ruiz (Kern Pharma), que vio como su gran día se ensombreció a 500 meta, cuando el pelotón no tuvo piedad de un ciclista que llevaba escapado 207 kilómetros.
Tampoco había tenido miramientos el gran grupo 1.600 metros antes, al engullir en su frenético arreón final a los tres ciclistas que se fueron a la aventura con Ruiz ya en el banderazo de salida de una día de 207,9 kms. de recorrido.
Esos otros tres modestos eran el vizcaíno Ander Okamika (Burgos BH) y los navarros Julen Amezqueta (Caja Rural-Seguros RGA) e Ibai Azurmendi (Euskaltel-Euskadi).
Ya en el sprint, Alaphilippe, lanzado por su compañero Remco Evenepoel, sacó de rueda a todos sus rivales en la pequeña cuesta de meta. En la que siguieron en la línea de llegada otro francés, Fabien Doubey (TotalEbnergies), y el belga Quinten Hermans (Intermache).
Impecable victoria de Alaphilippe y remendo el trabajo de un Evenepoel llamado a ser el gran rival de Primoz Roglic (Jumbo Visma) en la carrera como lo fue el lunes en la crono inicial en Hondarribia, cediendo solo 5 segundos al campeón olímpico de la especialidad.
Una distancia que se mantiene en la general, en la que Rémi Cavagna, compañero de Evenepoel y Alaphilippe es tercero, a 16 segundos tras una etapa extraña como habrá habido pocas.
Una jornada que se ajustó al guión previsto en su mayor parte, una escapada de cuatro modestos que alcanzaron los cinco minutos y medio de ventaja, pero con un giro final que le dio una emoción que en jornadas similares se circunscribe al sprint.
Pues no. Como en el grupo no había grandes especialistas en llegadas masivas y el Jumbo no pareció muy interesado en defender demasiado el maillot de líder, cuando llegó el momento de cazar a los escapados el pelotón se paró.
Y los fugados soñaron con un día de gloria. El que más Ibon Ruiz, que se escapó de sus compañeros a 12,5 kms. de meta. Nunca llegó a irse del todo y parecía que Okamika y Azurmendi podrían cazarle, casi siempre teniéndole a la vista.
Más remiso se mostró Amezqueta, con su equipo, el Caja Rural, parecía que también decidido a pelear por un sprint. Lo que provocó una discusión de directores entre el Burgos BH y el Caja Rural.
Al final, ninguno de los dos fue feliz porque sus corredores fueron cazados y Alaphilippe levantó los brazos en una etapa en la que probablemente la mayoría hubiese deseado que hubiese sido uno de los modestos del pelotón. Cuya rebelión ahogó el sprint en el que se impuso el campeón del mundo. Que tampoco fue mal desenlace. EFE.
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