La fuerte explosión ha dejado, al menos, 14 víctimas mortales y casi medio centenar de heridos de diversa consideración.
La policía rusa continúa investigando la fuerte explosión que ocurrió este pasado lunes en el metro de San Petersburgo y que terminó con la vida de, al menos, 14 personas y dejó casi medio centenar de heridos.
Por su parte, el gobierno ruso, que ya lo ha calificado de “atentado terrorista”, sostiene que según las primeras hipótesis, el presunto autor procede de uno de los países de Asia Central.
Concretamente, las autoridades del país estudian ahora una línea de investigación que señala al autor del atentado como un joven de Kirguistán, nacido en 1995 e identificado como Akbarzhon Djaliliv.
Además, los medios rusos ya han comenzado a difundir la imagen del presunto sospecho que habría hecho detonar una bomba en el interior del suburbano de la segunda ciudad más importante de Rusia. Sin embargo, por el momento ningún grupo ha reivindicado la explosión.
Respecto a la hipótesis que apuntaba que podría tratarse de un atentado suicida, las autoridades piden precaución ya que aún no se conocen las pruebas de ADN en los restos encontrados en el vagón del metro.
La explosión tuvo lugar en un vagón entre las estaciones del "Instituto tecnológico" con gran afluencia de estudiantes y la estación "Sadovaya". Ambas en la avenida Prospekt de Moscú de San Petersburgo.
Asismismo, las autoridades han señalado que en las cámaras de seguridad se observa como un individuo dejó un maletín con el artefacto explosivo que ha estallado poco después.
