El astro argentino intenta que se reduzca la sanción de cuatro partidos, tras el partido ante la selección de Chile.
Leo Messi, delantero del FC Barcelona, ha sido suspendido por cuatro partidos por insultar, supuestamente, a uno de los jueces asistentes del partido que midió a Argentina y Chile la semana pasada. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ha presentado un descargo de alegaciones a FIFA en el que el propio jugador se defiende aseverando que el insulto en cuestión no se lo lanzó al asistente, sino al aire.
"Mis dichos jamás fueron dirigidos al asistente 1, sino que fueron dichos al aire", entrecomilla el propio Messi en el texto.
La estrategia de la propia AFA es, por tanto, admitir que sí, que hubo insulto. Que Messi lanzó un improperio (inicialmente lo negaban), pero que en realidad no buscaba al trencilla, sino que era una forma de desahogarse, de descargar su ira y frustración precisamente por una acción que había tenido al árbitro como protagonista. Durante el partido no se señaló un penalti que indignó a 'La Pulga'.
Ahora está por ver si la FIFA acepta el argumento expuesto desde Argentina y si eso significará la reducción de los partidos de sanción que le han impuesto. Esos cuatro encuentros harán que el '10' sólo pueda disputar el último encuentro de la fase de clasificación para el Mundial 2018.
Argentina a día de hoy jugaría la repesca. Es quinta a dos puntos de la sexta plaza, que deja fuera la opción de jugar esa cita, la que seguramente sea el último Mundial de Messi.
