El F.C. Barcelona realizó su primer entrenamiento para preparar la final del "mundialito" frente al River Plate argentino.
El F.C. Barcelona realizó su primer entrenamiento para preparar la final del "mundialito" frente a River Plate con la ausencia de su gran estrella, Lionel Messi, que fue baja en la semifinal jugada en la víspera por culpa de un cólico nefrítico.
Fuentes del club indicaron a Efe que se desconoce aún si el astro argentino podrá estar en el once que el Barça alineará en la final del domingo en el Estadio Internacional de Yokohama (al sur de Tokio).
La baja del "10" blaugrana se anunció ayer poco antes del comienzo de la semifinal en la que los culés se impusieron por 3-0 al Guangzhou Evergrande chino.
Las fuentes consultadas indicaron que la decisión la tomará el entrenador barcelonista, Luis Enrique, en el "último momento".
En el entreno de hoy sí ha estado el brasileño Neymar, que ha sido baja desde que el pasado 8 de diciembre sufrió una rotura fibrilar en un calentamiento y al que se le ha visto ejercitarse con el balón por primera vez desde que la expedición blaugrana llegó a Japón el pasado 14 de diciembre.
Durante los 15 minutos de entrenamiento a los que los medios de comunicación han tenido acceso, a Neymar se le ha visto bromear con los compañeros y tocar el esférico con normalidad.
Ello apunta a una recuperación gradual del delantero y a la posibilidad de que juegue algunos minutos el domingo o incluso salga de inicio, aunque Luis Enrique indicó ayer que su participación en la final aún es una incógnita.
La sesión de hoy ha vuelto a tener lugar en el Estadio Mitsuzawa, sede del Yokohama F.C. y escenario de los dos primeros entrenamientos que los barcelonistas llevaron a cabo en suelo nipón.
En el exterior del recinto se han congregado unos 400 aficionados, en su mayoría japoneses, que han animado enérgicamente al equipo durante su entrada a las instalaciones pese a la baja temperatura que se registra hoy en Yokohama (unos 11 grados centígrados)
A la salida del entrenamiento el lateral Jordi Alba se acercó a firmar las camisetas y bufandas de varios niños que se contaban entre los aficionados culés.
