Falces afronta ya la recta final de sus fiestas patronales después de un séptimo encierro del Pilón este sábado en el que se ha notado la llegada del fin de semana, tanto en el número de corredores, como -especialmente- en el de espectadores en las laderas, barrancos y vallados de protección del recorrido. Un encierro que nos ha dejado preciosas imágenes.
Un encierro en la misma tónica que la de los días precedentes con vacas ultrarrápidas bajando desde el corral al pueblo en un minuto escaso, y que han dejado un balance provisional de seis heridos, cinco de ellos leves por golpes y erosiones como consecuencia de caídas. Hay un sexto herido que ha precisado sutura en el puesto de atención de la DYA, aunque sin mayor gravedad.
El encierro ha resultado vistoso y fugaz en la medida en que las vacas de la ganadería de Manolo Merino de Marcilla han salido muy agrupadas. Aún así, lo angosto del trazado y la endiablada velocidad que adquieren ha puesto a la manada de diez vacas en fila india.
Prácticamente no se han topado con corredores hasta la última curva donde les esperaban buen número de los mozos habituales y otros que han aprovechado el fin de semana para desplazarse hasta Falces.
El momento de mayor tensión se ha vivido en el último repecho de descenso, cuando un mozo ha estado a punto de ser alcanzado por la vaca que abría la manada y que había tomado unos metros de distancia con respecto a sus hermanas. Afortunadamente se lanzó al suelo a tiempo esquivando el asta de la vaca.
También otro de los habituales del Pilón ha protagonizado uno de los momentos del día, con una carrera velocísima delante de la segunda vaca de la manada antes de caer al suelo por el margen derecho del sentido de la carrera.
Como anécdota, en la previa del encierro, varias cuadrillas han coreado gritos en contra del escritor Arturo Pérez Reverte, que, tal y como publicaba ayer NAVARRA.COM, criticó el encierro del Pilón y llamó "gentuza" y "animales" a los vecinos de Falces.
