El cartel en el coso cirbonero, que cumple 50 años, lo han completado David Mora, con una oreja, y Luis David Adame, con dos.
Ganadería: seis toros de Domínguez Camacho, bien presentados, blandos y nobles en general. El mejor, el sexto, que ha sido premiado con la vuelta al ruedo, noble y con movilidad.
David Mora: oreja y saludos tras petición.
Luis David Adame: oreja y oreja.
Javier Marín: oreja y dos orejas.
Presidencia: a cargo de Raquel Garbayo, alcaldesa de Cintruénigo (UPN). Asesorada en el aspecto taurino por Elías Chivite y en el aspecto veterinario, por Jesús María de Andrés. Ha cumplido correctamente su cometido, a excepción de la incomprensible vuelta al ruedo al sexto toro.
Incidencias: casi lleno en la plaza de toros de Cintruénigo en su 50º aniversario. Tarde agradable en lo climatológico, a pesar de que la lluvia ha comenzado a caer a partir del quinto toro de manera leve, yendo a más conforme finalizaba el festejo.
Cuando las cosas se hacen bien, hay que decirlas. En Cintruénigo se ha celebrado una corrida después de un año sin toros y organizada por el Ayuntamiento, aprovechando además la celebración del 50º aniversario de su coqueta plaza de toros. Los precios populares han hecho que hubiera un casi lleno en los tendidos, con gran afluencia de niños y jóvenes.
En este aniversario del coso del municipio, el gran triunfador de la tarde del sábado ha sido el torero local Javier Marín, en su debut como matador de toros en la plaza cirbonera.
En ambos toros, Marín ha dado muestra de las ganas de agradar que tenía ante sus paisanos. En su primero, con un inicio capotero vibrante de rodillas, ha conseguido poner al público en pie. Tras una única mala vara, el toro ha perdido continuamente las manos, por lo que Marín ha tenido que realizar una faena de enfermero, sin poder bajarle la mano. A pesar de eso y tras dos pinchazos, el público le ha obsequiado con una amable oreja.
Dos orejas, en cambio, ha cortado al buen sexto toro de la tarde. Al son del pasodoble Amparito Roca, brillantemente interpretado por la banda musical municipal cirbonera, el torero, con el aliento de su pueblo, ha iniciado la faena de rodillas, para finalizarla con buenos naturales y una estocada ligeramente tendida. Tres orejas en total, que llenan de moral al joven matador navarro ante el incierto futuro en el siempre difícil mundo del toro.
Han completado el cartel David Mora y Luis David Adame, sustituyendo a Miguel Abellán y Román, respectivamente, bajas de última hora por un cólico en el riñón y una cornada. A pesar de ello, se ha podido ver a Román apoyar a su compañero y amigo Marín.
Luis David Adame, en su debut como matador de toros en una plaza navarra, ha sumado su primera puerta grande, cortando una oreja a cada toro de su lote. En su primero, lo mejor han sido las chicuelinas y una media verónica para finalizar con el capote. El mexicano tiene un gran gusto y variedad con esta suerte.
En la faena de muleta, tras iniciarla con unos arriesgados estatuarios en los medios, ha ido poco a poco a menos, sobre todo con la mano izquierda. Media estocada le ha valido para cortar su primera oreja. En su segundo, las ganas del torero han hecho que el público se pusiera de su lado y, con una gran estocada, se ha asegurado la puerta grande cortando otra oreja.
Por último, David Mora, en su primero, ha cortado una oreja, con una faena ventajosa y para el público, no para el aficionado. En su segundo toro, nada fácil, ya que cabeceaba continuamente, lo mejor ha sido un gran par de banderillas de Ángel Otero. A pesar de lo anodino de la faena, el diestro madrileño ha saludado una cariñosa ovación del público asistente.
La tarde en Cintruénigo se ha cerrado con música, aplausos y lluvia.
