El popular canto a la Virgen de la Nieva, patrona de la localidad de Falces, ameniza las fiestas del pueblo antes de cada uno de sus encierros, que tienen lugar a las 9 de la mañana durante los días que conforman sus célebres fiestas.
La pieza musical cuenta con 41 años de historia, período en el que los falcesinos han conseguido mantenerla viva generación tras generación. Se trata de un canto que incluso ha llegado a algunas zonas de Francia, en las que también se interpreta haciendo un fuerte guiño a la consistente tradición que la caracteriza.
Pablo Amorena Eleta, de 76 años, es el principal responsable de la melodía que hoy en día acompaña a su letra. Este pamplonés lleva 52 años en Falces y su labor en el municipio ha calado bastante entre los lugareños. De hecho, Amorena es el párroco de la localidad y cuenta con una formación musical que le ha permitido aportar la música a este famoso canto.
A la música, que siempre es interpretada por la banda de la localidad, la califica como una composición "muy cantable", que facilita bastante su memorización. Por eso, el navarro asegura estar encantado con su trabajo: "Me gusta mucho cuando la oigo, tiene una melodía sencilla y creo que está bastante bien".
Amorena fue director del coro de Pamplona, creado en 1943. Además, fue miembro de la Escolanía Santa María la Real, dependiente de la capilla de música de la catedral de Pamplona, y en ella permaneció como infantico hasta 1955.
Más tarde, el pamplonés recibió clases de armonía en el conservatorio Pablo Sarasate de Pamplona, con el compositor tudelano de renombre Fernando Remacha, así como formación en canto gregoriano con Félix Huarte.
SENTIMIENTO Y CARIÑO
Entre 1963 y 1967, fue subdirector de la Schola Cantorum del seminario conciliar de Pamplona. Una vez ordenado sacerdote, se incorporó a la parroquia de Falces, donde se hizo cargo de la Coral de Nuestra Señora de las Nieves, que actualmente dirige. El párroco fue también presidente de la Federación de Coros de Navarra hasta el año 1991.
Angelines Ibarrola, vecina de Falces, corrobora que la canción del Pilón es "un canto muy popular desde que se creó en 1978". Añade que, precisamente gracias a la brevedad de la pieza, los muetes (nombre que reciben los niños del pueblo) se la saben a la perfección desde que son pequeños. "La canción refleja bastante lo que es el sentimiento y el cariño que tenemos hacia nuestra fiesta", expresa la falcesina.
Tanto Amorena como Ibarrola destacan el valioso trabajo que aportó Ignacio Olcoz Egea al conjunto de la pieza. Este vecino de Falces, a pesar de haber fallecido, aún permanece en la memoria de todos. Sobre todo, gracias a la letra que compuso para la popular pieza musical.
"Al que corre en el Pilón,
no le quites de valiente,
échale un beso a la Virgen
que en la cuesta está presente;
van a tirar el cohete,
ya esta la mecha encendida,
y el que no corra el encierro
que se retire enseguida".
Jesús Virto Azcona, también natural de Falces, sube diariamente al monte para colocar la figura de la Virgen, a las siete de la mañana, en la cuesta final que cierra el recorrido de los encierros.
La vecina María Pilar González, por su parte, remarca que todos están relacionados en el pueblo. Tanto ella como Virto, de hecho, son primos de Olcoz. "Todos somos familia", ríe. González considera que la canción del Pilón es "la mejor", gracias a la bonita composición que acompaña a su conocida letra.
