Navarra es tierra de diversidad y, por supuesto, de naturaleza. En ella se pueden encontrar grandes ‘joyas’ naturales que la convierten en una comunidad idónea para los amantes del medioambiente.
Estos son los cinco parajes naturales que no puedes perderte en la Comunidad foral, según los usuarios de TripAdvisor.
El parque natural de Urbasa y Andía es un espacio que va más allá del conocidísimo nacedero del Urederra, situado en la localidad navarra de Baquedano.
El parque está dotado de un conjunto de recursos geológicos, biológicos y paisajísticos que le confieren la mejor posición en este ranking de paisajes naturales.
El parque natural de Urbasa y Andía se encuentra al oeste de Navarra y en él se pueden encontrar desde grandes prados a frondosos hayedos, que cubren el 70 % de la extensión y que dotan a este espacio de un espectáculo sin igual, especialmente durante el otoño.
Precisamente, las sierras que lo conforman sirven de abrigo y de barrera natural entre dos de las zonas climáticas con las que cuenta la Comunidad foral: la atlántica y la mediterránea.
Urbasa y Andía cuentan, además, con varios miradores que ofreces vistas espectaculares de la zona como el Balcón de Pilatos, en la parte superior del nacedero del Urederra; el mirador de Lizarraga, al que se accede desde la N-120; o una mesa panorámica junto al Palacio de Urbasa, al que se puede dirigirse a través de la NA-718.
Dos son los nacederos que se pueden ver en estos dominios, el conocido del río Urederra y el del río Ubagua, al que se accede a través de la localidad de Riezu.
Hablar de la Selva de Irati es hacerlo del segundo hayedo más extenso de Europa tras la Selva Negra. En total, el espacio está compuesto por unas 17.000 hectáreas de vegetación que se mantienen en estado casi virgen.
La Selva de Irati se encuentra rodeada de montañas en el Pirineo oriental de Navarra, justo en la cabecera de los valles de Aezkoa y Salazar.
Para acceder hasta este paraje natural se puede hacer de dos maneras: por Orbaizeta u Ochagavía, aunque es en este último en el que se encuentra el Centro de Interpretación para poder recopilar información antes de disfrutar de este reconocido recurso natural navarro.
Aunque la mayoría de los visitantes vienen en otoño, debido a las tonalidades marrones y rojizas que adquieren los hayedos, la Selva de Irati es uno de esos lugares que enamora durante cualquier época del año.
El parque natural del Señorío de Bértiz abarca más de 2.000 hectáreas en la que destacan su exuberante y variada vegetación gracias al navarro Pedro Ciga, encargado de atraer hasta la Comunidad foral especias tan exóticas como los gingkos de China, los castaños de los Balcanes o secuoyas californianas, como la del Palacio de Navarra.
Al morir, legó este espacio a la por entonces Diputación foral con la condición de que lo mantuviera. Así ha sido durante años.
El Señorío de Bértiz se encuentra a menos de 50 kilómetros al norte de Pamplona y está bañado por las aguas del río Bidasoa. Forma parte del término municipal de Oieregi y limita al norte con Echalar y, al este, con el valle de Baztán.
Su origen se remonta hasta 1554, año en el que los reyes de Navarra encomendaron al señor de Bértiz el cuidado de tres nidos de halcón que se encontraban dentro de este espacio. No obstante, la exuberancia y el diseño paisajístico de este parque naturales es obra, como ya se ha mencionado anteriormente, de Pedro Ciga.
Existen diversos senderos de distinta longitud y pendiente que te permitirán disfrutar de los matices de este bosque atlántico.
Una pista de 11 kilómetros recorre su interior hasta acceder al palacete de Aizkolegui. Situado en la cumbre de un monte a 830 metros de altitud, ofrece las mejores perspectivas del parque natural.
Como curiosidad, se trata del único punto de España en el que habitan las siete especies distintas de pájaros carpinteros que pueden verse en el país.
Se trata de un pequeño parque, de tipo temático, centrado en el medioambiente, la naturaleza, la conservación de la fauna y las demostraciones.
El parque se encuentra en Urdax y se accede a través de la calle San Salvador. El espacio abre todos los días a visitas particulares y también a los centros escolares para conozcan, de primera mano, la importancia de la conservación de algunas de las especies que puede verse en su interior.
Cada día, se realizan representaciones de rapaces, mamíferos y reptiles.
Además, se ofrecen talleres escolares, campamentos y espectáculos de magia y cetrería.
Este humedal, de tipo estepario, es uno de los más extensos en Navarra al sumar más de 200 hectáreas. Se trata de un espacio que destaca por la abundancia y diversidad de algunas especies de aves acuáticas.
Estos animales eligen la Laguna de Pitillas para pasar el verano o reproducirse, por lo que constituye un lugar estratégico para observar la migración en la Comunidad foral.
En 1987 fue declarada Reserva Natural y en 1991 fue incluida en la red de Zonas de Especial Protección para las Aves.
Catalogada como Humedal de Importancia Internacional según el Convenio de Ramsar atendiendo a la nidificación del avetoro y la polluela chica, así como a la creciente importancia de las poblaciones de garza real, garza imperial y aguilucho lagunero.
La importancia internacional de este humedal sigue aumentando en la actualidad con la presencia de nuevas aves como el Calamón o la consolidación de las primeras colonias de cría de diversas ardéidas.
