• viernes, 19 de abril de 2024
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BALANCE DE LEGISLATURA

Aranzadi: de prometer el fin de las prebendas, a convertir Pamplona en su 'cortijo' con contrataciones ilegales

Esta formación, con el permiso del alcalde Pamplona, ha logrado acabar la legislatura manteniendo a sus amigos en la plantilla de Ayuntamiento con dudosas formas.

De izquierda a derecha, Alberto Labarga, Axel Moreno, Floren Luquin, Manuel Millera NAVARRACOM
De izquierda a derecha, Alberto Labarga, Axel Moreno, Floren Luquin, Manuel Millera NAVARRA.COM

Aranzadi, el partido que prodigaba el fin de las prebendas en la política municipal durante su campaña electoral, ha irrumpido en el panorama político durante estos cuatro años para hacer justamente lo contrario.

Sus políticos se han aprovechado de los cargos que han ostentado para lucrarse a través de sus negocios (Armando Cuenca en Katakrak), regar con dinero público a asociaciones dirigidas por sus hermanas (Laura Berro con la asociación YOAR) o enchufar a amigos en puesto técnicos 'ilegales' en el Ayuntamiento de la ciudad. Así han pasado cuatro largos y oscuros años marcados por los chanchullos de esta nueva formación creada en su día para "cambiar la política". Menos mal...

Hacía poco más de un año que habían llegado al poder (2016), integrándose en el cuatripartito municipal que permitió que Asirón (EH Bildu) fuera el alcalde de todos los pamploneses, cuando uno de los partidos del Ayuntamiento levantó las sospechas de unas "dudosas" contrataciones en el área de Participación Ciudadana cuya responsabilidad máxima recaía antes de ser apartados de sus funciones en Aranzadi.

El por entonces concejal Alberto Labarga (Aranzadi) contrató al exalcalde de Barañáin (Nafarroa Bai), Floren Luqui, que era a su vez antiguo compañero del director del Área Axel Moreno y de su exsocio Andoni Iso; presidente y vocal respectivamente del tribunal que procedió a contratar a su amistad.

Aranzadi venía ya de otro escándalo cuando unos meses atrás fueron noticia por contratar reiteradamente a Nommad, la empresa del exsocio de Moreno, Andoni Iso”.

“Nos llamó la atención que también se incluyera a Iso como vocal en un tribunal de contratación y así lo dijimos. Viendo que han contratado a un compañero de la empresa que compartían, la indignación es todavía mayor”, relató el portavoz regionalista, Enrique Maya, quien también denunció la "permisividad" del alcalde Joseba Asirón así como el silencio del resto del cuatripartito ante esta situación.

Con un informe municipal en contra que señalaba que uno de los miembros del tribunal debió de abstenerse por haber trabajado previamente con el exalcalde de Barañáin, el concejal Labarga saltó a la palestra para tratar de justificar estos 'tejemanejes'.

¿"Qué interés iban a tener en contratarle"?, señaló Alberto Labarga sobre la relación de amistad de la persona contratada y los responsables del tribunal. 

Labarga llegó incluso a negar que Áxel Moreno conociera a Luqui. Sin embargo, una fotografía publicada en exclusiva por NAVARRA.COM desmontó el engaño de Aranzadi. Luqui, Moreno e Iso eran amigos, quedaban de forma habitual, compartían trabajos y se conocían perfectamente. 

Labarga aprovechó la situación para cargar contra UPN y PSN por "querer revolver" y señaló que la concejalía "no escogió a los miembros del tribunal", sino que fueron propuestas de las propias universidades, en referencia al propio Andoni Iso y a un profesor de Luqui en la UPV. El concejal de Aranzadi continúo manteniéndose en sus trece con la complicidad del resto del cuatripartito en Pamplona.

No obstante, ante la falta de respuesta de los socios de Asirón sobre este asunto del área de Participación Ciudadana, UPN decidió interponer un recurso contencioso para que fueran los tribunales quienes decidieran si existían irregularidades en el proceso de contratación del consistorio pamplonés. Una decisión que los tribunales admitieron a trámite.

Así, el Juzgado Contencioso Administrativo de Pamplona dio tiempo para que el Consistorio de Asirón remitiera copia de todo el expediente administrativo antes del juicio que iba a celebrarse.

El 29 de enero de 2018, los tribunales confirmaron lo que era un secreto a voces en Pamplona: la corrupción municipal del grupo de Aranzadi para colocar en los puestos de trabajo público a sus amigos a través de oposiciones manipuladas.

El tribunal resaltó la amistad y la relación laboral entre Andoni Iso y Floren Luqui: "Resulta también acreditado que el primero había trabajado para el segundo en los dos últimos años", por lo que era causa de abstención en un tribunal. 

"Los vicios expuestos no son meras irregularidades, sino que afectan a la constitución del Tribunal Calificador, poniendo en duda tanto su composición, como su imparcialidad y, por ello, afectando de manera decisiva al proceso de selección, más aún, cuando se trata de confeccionar unas listas que van a permitir acceder a la función pública a los elegidos, lo que exige una más severa valoración del proceso de selección", detalló el juez en su argumentación.

Una sentencia que fue celebrada por UPN porque por fin se iba a hacer justicia con las 64 personas afectadas por el proceso y que también valoró Bildu, cómplice de los chanchullos de Aranzadi. "Hay que enmarcarla dentro de la lógica administrativa", aseguró el concejal abertzale, Aritz Romeo en una rueda de prensa.

ASIRÓN, UN ALCALDE SIN PRISAS PARA ACATAR SENTENCIAS

Desde ese momento, los técnicos tenían que ser cesados de esos puestos que habían logrado de manera opaca y, sin embargo, el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, parecía no tener prisa para ejecutar esta sentencia dictadas por los tribunales navarros.

Medio año después de la sentencia, todo seguía en su sitio y el propio Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Pamplona tuvo que poner plazo para que el primer edil pamplonés cumpliera esta sentencia en un máximo de 10 días.

Con el beneplácito del cuatripartito, tras votar que los técnicos ilegales continuaran en sus puestos, todo continúo de la misma manera y los socios de Asirón se taparon los oídos. 

Un mes después y expirado el plazo, la justicia se cansó de los chanchullos y las corruptelas de Joseba Asirón (Bildu) al frente del Ayuntamiento de Pamplona y, en especial, de su incumplimiento de las resoluciones judiciales que afectaban a las contrataciones ilegales efectuadas por Bildu y Aranzadi para meter a sus amigos en el Consistorio. 

Una nueva resolución apercibía al director de Recursos Humanos “de que en caso de incumplimiento de esta resolución podrán ser impuestas multas coercitivas”.

Casi un año después y ya en 2019, el cuatripartito en Pamplona volvió a defender la ilegalidad cometida en el área de Participación Ciudadana del Consistorio al decidir no ejecutar la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra.

Una declaración presentada por UPN devolvía el tema a la actualidad. “Esta es la historia de lo que ha sido la legislatura en un área marcada por el amiguismo y el clientelismo”, expuso la edil regionalista, María Caballero, quien señaló a la concejala ha señalado a Patricia Perales (EH Bildu), la responsable de Recursos Humanos, por “empeñarse” en mantener a estas personas en los cargos que aún ocupan de manera ilegal.

Así ha pasado la legislatura en Pamplona, marcada por los desplantes a la Justicia por parte del cuatripartito, que han sido cómplices de esta irregularidad cometida por Aranzadi, el partido que llegó para cambiarlo todo y que ha resultado ser un fiasco para la mayoría de los ciudadanos.


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