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BALANCE DE LEGISLATURA

Asirón impuso dos veces la ikurriña del País Vasco para humillar a Navarra en pleno Chupinazo de San Fermín

Los tribunales condenaron por partida doble al alcalde abertzale de Pamplona, que fue obligado a pagar las costas y tuvo que dejar un mástil vacío el último año. 

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Joseba Asirón, con la ikurriña que colocó durante los Sanfermines de 2017 en el balcón del Ayuntamiento. EFE

Joseba Asirón impuso la bandera del País Vasco a los navarros y pamploneses durante el Chupinazo de San Fermín en el balcón del consistorio, uno de los momentos más entrañable de las fiestas y sin ningún acuerdo municipal que lo avalara. 

Lo hizo en los Sanfermines de 2015, a los pocos días de llegar al consistorio, y en los de 2017.

En ambos casos los jueces emitieron sentencias contra él por actuar fuera de la ley y tratar de burlar a la propia justicia. El cuatripartito incluso llegó a derogar la ley de símbolos de Navarra para tratar de obligar a que la bandera creada por el racista Sabino Arana se impusiera en la Comunidad foral como propia. 

En los otros dos años en los que el abertzale que no condena los asesinatos de ETA ha sido alcalde de Pamplona en San Fermín (2016 y 2018), colocó un mástil vacío sin la bandera durante el Chupinazo. 

En 2017, cuando ya había sido advertido por la justicia de que había actuado fuera de las normas, el alcalde encargó un informe jurídico a medida para escudarse en que con la derogación de la ley de símbolos. 

Sin embargo, la treta en este caso tampoco le sirvió de mucho y volvió a ser condenado por los tribunales, como le ha ocurrido en multitud de temas, como las escuelas infantiles, la entrega a dedo de publicidad institucional a medios afines, etc. 

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra confirmó una sentencia anterior y desestimó integramente el recurso de apelación del consistorio, que ha vuelto a ser condenado a pagar las costas judiciales, como en la sentencia anterior. 

En su momento se estimó el costo en unos 8.000 euros para las arcas del consistorio de Pamplona, a los que hubo que sumar otros tantos por esta nueva sentencia contraria al interés de los ciudadanos de Pamplona por capricho y obsesión de los nacionalistas vascos. 

El Juzgado contencioso administrativo de Pamplona anuló la colocación de la ikurriña en la fachada del Ayuntamiento de Pamplona el 6 de julio. La decisión de Bildu y su cuatripartito había sido recurrida por el grupo municipal de UPN en Pamplona así como por la Abogacía del Estado en Navarra. 

La sentencia inicial señaló que la actuación del Ayuntamiento de Pamplona carecía "de cobertura legal” e indicó que la Ley del nacionalismo vasco que derogó la Ley de Símbolos “no regula ni ampara la exhibición de la bandera de otra comunidad autónoma distinta a la Navarra ni de la ikurriña", como pretendían Barkos y sus socios de Gobierno. 

En sus alegaciones, Asirón mantuvo que la sentencia de instancia "no había resuelto a lo alegado con correcta argumentación", algo que la Sala rechaza al entender que se ha dado "cumplida y correcta respuesta".

En la nueva sentencia, la Sala explica que se trata de un caso similar al ya resuelto sobre la apelación a la condena por la colocación de la bandera del País Vasco en el consistorio de Villava y que fue también fallado por el TSJN en contra del consistorio manejado por Bildu

Bildu recurrió las condenas por la colocación de ikurriñas en diversos consistorios tratando de esgrimir que con la derogación por parte de Uxue Barkos de la Ley Foral de Símbolos ya había vía libre para colocar la ikurriña en Navarra. 

Sin embargo, los jueces entienden que "el único régimen vigente en la materia es el contenido en la Ley 39/2001 reguladora del uso de la bandera española y de otras banderas y enseñas".

En este caso, esta norma no permite colocar "bandera distinta a las oficiales", entre las que detalla la bandera de España, la de la propia comunidad autónoma y la europea. Tampoco es viable colocar una bandera no oficial aún cuando se cumple con la colocación de las preceptivas, en el caso de Pamplona la de la propia ciudad, la de España y la de Europa. 

Por tanto, se desestima el recurso presentado por Asirón y Bildu al considerarse que "no basta para la colocación de la ikurriña la falta de una prohibición expresa, pues es preciso una habilitación específica para ello por una norma".

Es decir, Barkos y su tropa de partidos nacionalistas deberían aprobar en el Parlamento la oficialidad de la ikurriña en Navarra. 


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Asirón impuso dos veces la ikurriña del País Vasco para humillar a Navarra en pleno Chupinazo de San Fermín