La detección de nuevas olas de covid, un riesgo que la consejera de Salud no descarta cuando el 40% de los contagios en Navarra son por la nueva "omicron silenciosa", contará no solo con los medios sanitarios conocidos sino también con otros complementarios como las aguas residuales y las bajas laborales.
Se trata de subsistemas de vigilancia que pueden reforzar la detección y alerta temprana de nuevas olas de Sars-CoV-2 y sus variantes, dice Santos Induráin.
Por ello en el control de las aguas residuales de la red el Instituto de Salud Pública y Laboral trabaja en colaboración con diversos departamentos del Gobierno, otras entidades navarras y al menos dos ministerios.
Además la evolución de las Incapacidades Temporales, supervisada por el Servicio de Salud Laboral, también se ha convertido en un indicador complementario de la tendencia de la pandemia en estos últimos meses, igual que los datos generales de la mortalidad también son importantes.
Al mismo tiempo, Induráin pone en valor los trabajos que se siguen realizando para la secuenciación del virus con el fin de detectar nuevas variantes y mutaciones que puedan ser preocupantes, para lo que se tiene en cuenta la capacidad de transmisión, la virulencia y letalidad, el escapa a los mecanismos de inmunidad, la posibilidad de diagnóstico o la respuesta a los tratamientos.
En este sentido la consejera Santos Induráin ha indicado en conferencia de prensa que la nueva variante de Omicron, la llamada "omicron silenciosa", supone ya el 40% de los casos detectados en Navarra, aunque su menor agresividad hace que puedan ser más los infectados asintomáticos.
Y de ahí la importancia de la secuenciación ya que "probablemente haya otras olas" y, aunque su virulencia siga descendiendo, el control puede permitir "predecir para estar preparados", ha comentado.
