Los cierres de tiendas históricas en el casco viejo se han convertido casi en habituales con la crisis económica y el covid-19. Un breve paseo por el casco viejo de Pamplona ofrece numerosos locales cerrados. A veces la causa es la falta de relevo familiar ante las dificultades para seguir con la dura competencia de las grandes superficies e internet.
Lo cierto es que muchas tiendas clásicas aguantan por el trato familiar y cercano, pero los márgenes de beneficio ya no son lo que fueron. Se sobrevive si es un negocio familiar. El número de dependientes que vemos detrás de los mostradores está descendiendo de manera alarmante.
En el caso de la tienda 'Confecciones madrileñas' se han dado estas circunstancias y otras que han abierto el camino al cierre por jubilación. El fallecimiento repentino de uno de los dos empleados, Juan Carlos Tollar, el pasado 3 de diciembre de 2021 a los 61 años, ha adelantado el cierre.
Juan Carlos Tollar entró a trabajar en la tienda con apenas 15 años, después de ver un anuncio en la prensa navarra. Fue una persona muy querida por los dueños, los trabajadores y los clientes, que echan mucho de menos su presencia.
La única persona que atiende ahora a los clientes, Lourdes, asegura que el fallecimiento de su compañero de trabajo le ha afectado mucho. Se ha quedado sola en la tienda y ha decidido cerrar antes de lo previsto, a finales del mes de marzo por jubilación.
Se han cumplido 81 años de historia de 'Confecciones madrileñas', que abrió la familia madrileña Medina en el año 1941 como una tienda distinguida de moda hombre en aquellos años de la posguerra.
Fue una sastrería de mucha categoría con trajes, pantalones, camisas y abrigos que mantiene el mismo estilo en la decoración de su interior. Es una tienda clásica, muy amplia, con el mismo suelo, el mismo mostrador de madera, los mismos probadores... y la misma atención de siempre.
Ya en 1943 se anunciaba en la prensa navarra de esta forma: "Trajes para caballeros, cadetes, niños. Pantalones caballeros, cadetes y niños y todas prendas de sastrería. Para San Fermín ofrece la fábrica de Madrid en su sucursal en Zapatería 43, Pamplona".
El edificio de la calle Zapatería 43 fue construido por Víctor Eusa. Para los Sanfermines de 1941 el edificio estaba ya concluido, Los que tal vez no estaban abiertos aquel primer año eran los comercios de la planta baja, aunque ‘Confecciones madrileñas’ se anunciaba en prensa unos meses después, en diciembre de 1941, de la siguiente manera:
“La elegancia y la economía en el vestir han quedado resueltos. Gabardinas y toda clase de ropa para caballero, cadete y niño”. El inmueble tiene un grado de protección 3. El inmueble, de planta baja y cinco alturas, tiene cuatro plantas con vistas a la calle Zapatería, mientras que la quinta da a un patio interior.
