Pamplona cuenta con una nueva tienda de chocolates en el centro de la capital. Se trata de la Chocolatería 'La Forca', que desde primeros de marzo sustituye a la antigua Chocolatería Valor, que se instaló en 2014 en una ubicación emblemática: el antiguo restaurante de 'Las Pocholas' en el Paseo de Sarasate 6.
La alicantina Ester Bravo y el portugués Xavi Teixeira son el matrimonio dueño del comercio, que sigue trabajando junto a otros nueve empleados, ya que no cierran ningún día del año.
Han decidido dejar la franquicia de Chocolatería Valor, con la que se instalaron en Pamplona, para ofrecer ahora nuevos productos, como las tartas, los pinchos, la tortilla de patata y el bizcocho, y una variedad mayor de chocolates al gusto del cliente navarro.
Xavi Teixeira explica como fueron sus inicios en el chocolate: "Nos conocimos en la chocolatería Valor de Valencia en 2003 y fuimos encargados de la misma nueve años, y como nos gustaba vinimos para el norte que no había ninguna chocolatería. La montamos y hemos estado 8 años, pero nos hemos dado cuenta que Valor en Pamplona no era lo más adecuado porque no funcionaba del todo".
"Le estamos muy agradecidos a Valor y hemos entrado en el mundo del chocolate con ellos pero la gente tiene otras costumbres, otros hábitos y necesidades que Valor como franquicia no se adaptaba. Nos independizamos de la marca y ahora añadimos más cosas como tartas, bollería, salados, ampliamos el abanico de oferta que creemos que es más adecuado a las necesidades de Pamplona", afirma el portugués Xavi Teixeira.
Ester Bravo es natural de Alicante: "Me fui a trabajar a Benimarfull al norte de Alicante y me metí en Valor. Me gusta el trato con la gente. Es un trabajo que esclaviza mucho pero a mí me gusta. Nos sentimos muy bien aquí. Viniendo de Alicante no me importa nada. El clima no es un inconveniente para mi", asegura Ester.
"La gente nos ha acogido muy bien desde el principio, aquí tiene otro ritmo más tranquilo. El ritmo de Valencia era muy frenético y eso lo suples en Pamplona que es más pequeña porque necesitas menos tiempo. He ganado en calidad de vida. Tenemos amigos que eran clientes nuestros. Estamos encantadísimos en Pamplona", asegura Xavi Teixeira.
Además, trabajan en un lugar emblemático de la capital navarra: "Eran las Pocholas, un restaurante muy conocido de Pamplona. Conocimos a Conchita, una de las hermanas Guerendiain, que nos ha contado la historia y nos ha facilitado cartas, menús y fotos con las que hemos creado un fotomontaje en el interior del local", afirma Xavi.
"Aún hay gente que dice voy a Las Pocholas. Es un local con nombre e historia y hay que recordarlo. Es mítico y tenemos un rinconcito dedicado a él", asegura Xavi Teixeira.
Se acercan unas fechas muy señaladas para la capital navarra: "Los Sanfermines estamos esperándolos como agua de mayo porque es muy importante para la ciudad y para un sector como el nuestro. Es imposible cerrar en San Fermín y dos años sin fiestas es complicado", afirma Ester Bravo.
Con la llegada de la nueva chocolatería La Forca han cambiado "toda la decoración, más íntima, que la hemos hecho nosotros mismos con un ambiente más acogedor ya que venimos de una familia de campo. De ahí el nombre de 'La Forca' que es la horca que recoge la paja del suelo.
"La Forca se dice igual en valenciano y en portugués y lo hemos decorado con rueda viejas al estilo antiguo con un ambiente más claro". Son unos 200 metros de local en planta baja con un aforo máximo de 125 personas. "Todos están encantados. Les gusta más que antes".
Las tartas y los bizcochos los hace Ester: "Soy autodidacta. Preparo también unos vasitos en postre de tiramisú, cuajada que es muy de aquí, y salado que antes teníamos menos oferta. Algunos pinchitos que no eran lo nuestro y unas tostadas especiales bastante interesantes".
"La ventaja que tenemos es que puedes variar según las necesidades como la tortilla de patata. Muchos me pedían pincho de tortilla de patata con café con leche, que no teníamos porque nuestra idea era café con leche con un croasan o una tostada, y nos hemos adaptado", asegura Xavi.
En cuanto al chocolate que preparan, Xavi explica: "Hemos conseguido un chocolate muy parecido a Valor, negro, que a la gente le gusta mucho. Es de alta calidad, espeso, que hacemos a mano porque no nos ha llegado aún la máquina nueva y le damos vueltas a manos hasta que se espese. Tenemos una mezcla de cacaos hasta que hemos encontrado un chocolate bastante bueno y que la gente lo aprecia".
El tema de los churros ha cambiado con la nueva máquina y la nueva harina "lo hacemos parecido al churro de Andalucía, más gordo, que sale siempre igual. Le llamamos porras porque son más gordos de lo que la gente acostumbra en Pamplona que aquí son más estrechos", indica Xavi Teixeira.
Disponen de una variedad muy amplia de chocolates: "Chocolates sin azúcar, y otros nueve chocolates con sabor a fruta, naranja, frambuesa, de canela, otro amargo y los dulces blancos, con leche y avellana, etc.... Aquí seguro que va a encontrar el chocolate que le gusta".
La ubicación de la nueva chocolatería también tiene historia, ya que las hermanas Guerendiain que procedían de la Ultzama abrieron allí en 1938 el famoso restaurante Hostal del Rey Noble, llamado popularmente 'Las Pocholas', que cerró sus puertas en el verano de 2000.
Precisamente, el día que se inauguró Chocolates Valor en mayo de 2014 se homenajeó a 'Las Pocholas'. Acudió Conchita Guerendiain, la única de las hermanas que vivía y que falleció en 2017. También acudieron la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, y el alcalde de Pamplona Enrique Maya.
Dentro del exquisito menú que ofrecía 'Las Pocholas' a los clientes, hay que destacar el cordero al chilindrón, el rabo estofado, la menestra de verduras o la cuajada de postre.
'Las Pocholas' fue un restaurante de prestigio y de referencia durante décadas, sobre todo en los Sanfermines. Por allí pasaron famosos como el escritor y periodista Ernest Hemingway, toreros, o los Reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola, Deborah Kerr o la mismísima Ava Gardner.
