Cuando uno piensa en cerveza lo primero que se le viene a la mente es la caña o una tradicional rubia. Pero, no se le ocurre pedir una cerveza roja y con guindilla incluida y otra de calabaza.
Estas ideas tan extravagantes son algunas de las que tuvo David Salinas Lizaso, pamplonés que a través de su afición cervecera formó su marca de cerveza, Morlaco, y su establecimiento junto a Matías Verde, La Growlería.
Salinas, que antes trabajaba como ingeniero industrial, comenzó esta aventura en su estancia en Inglaterra. Del 2009 al 2013 vivió en el país anglosajón y ahí fue cuando en visitas a fábricas de cerveza y con la creación de su propia birra se decidió, ya en Pamplona, por lanzar la marca Morlaco.
"Las cervezas que yo consumía en mis viajes y estancias en el extranjero no se encontraban aquí. Y, por eso, empecé a producir y comercializarla junto a otro par de colegas de trabajo", cuenta Salinas.
"Morlaco", ubicada en una nave de Mutilva, ha llegado a vender hasta 8000 litros embarrilados de la bebida, tanto a particulares como a diversos establecimientos de Pamplona. Por ejemplo, la pizzería Margarita Malapata. También han traspasado fronteras y vendido en el extranjero. En concreto, en países como Francia o Alemania.
Aún con la pandemia, siguieron con las ventas online a través de su página web. Con el negocio digitalizado lograron una gran difusión local y nacional de sus cervezas.
Después de los meses con el Covid-19 de protagonista, llegó a España su actual socio Matías Verde, procedente de Bariloche, Argentina. El año pasado con la ayuda de Salinas puso a producir y a la venta "Xinple", la marca de cerveza que ya producía Verde en su ciudad natal.
La apertura de la cervecería La Growlería fue en abril de este año, por lo que llevan ya unos meses con el negocio en marcha. Al margen de la cerveza, también ofrecen a sus clientes comidas y cenas en colaboración con Ale´s Beer, un local hostelero de Lezkairu.
Pero la particularidad de este se encuentra en su oferta de 'growler', un recipiente de cristal en el que se puede portar la cebada líquida a casa. Lo de "cerveza para llevar" ya estaba asentado en en el país de Verde, Estados Unidos o Rusia.
Sin embargo, en España, Salinas y Verde presumen de ser pioneros: para su embotellado cuentan con un sistema de llenado contrapresión para que la bebida no se oxigene y estropee.
Con el concepto "growler" aún por aterrizar en Pamplona, Salinas destaca entre sus beneficios la economía circular: baja el número de residuos del consumidor haciendo uso exclusivo de un "growler" de cristal y el rellenado del envase una vez este se acaba.
"Ahora estamos sobre todo con la segunda ronda de clientes a los que les ha gustado la idea y que repiten. De momento llevamos 30 'growlers', pero confío en que poco a poco este tipo de venta a granel se extienda", reconoce Salinas.
Su negocio no sólo se queda ahí en cuanto a sostenibilidad. También emplean los granos de cebada tras la producción de cerveza como alimento para las yeguas de un ganadero local o para la producción de su birra "Ogi Koskora". En ella su ingrediente principal es el pan duro "para tirar" con el que obtienen la cerveza Toast Real Ale, pensada para reducir desperdicios.
En La Growlería disponen de catas en las que el cliente selecciona cinco de los 15 cañeros del local para disfrutar de los distintos tipos de cerveza servidas junto a una tarjeta con la explicación de cada una.
Para descubrir toda la variedad de cervezas de Salinas y Verde, La Growlería se encuentra en la Calle Aoiz,20, en Pamplona y abre en horario de 18:00 a 24:00 de lunes a jueves. El fin de semana se puede disfrutar de este local de 11:00 a 16:00 y de 19:00 a 24:00 .
