• jueves, 28 de marzo de 2024
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PAMPLONA

Un lugar diferente: el restaurante que 'vigila' Pamplona desde sus terrazas y del que todo el mundo habla

El local 'El búho' situado en la calle Descalzos se ha establecido como un lugar de referencia en pleno corazón histórico de la ciudad.

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La gerente del 'Búho', Ana Gorostiza, posa dentro del local. MIGUEL OSÉS

El restaurante 'El Búho' vigila Pamplona a través de sus terrazas, de ahí viene su nombre, sobre todo la que da al barrio de la Rochapea. Es sin duda el gran reclamo de este local, pero no el único. Ya que desde una croqueta hasta las mejores vistas de la ciudad, tienen cabida muchas cosas.

Lo que a día de hoy es 'El Búho' estuvo durante tres años cerrado, ya que el negocio anterior no funcionó. Pero desde hace algo más de un año, la pamplonesa Ana Gorostiza Martín (gerente del local) ha puesto todo el empeño posible para que el negocio funcione. Y sí, la apuesta está siendo ganadora.

"Sabíamos de la existencia de este local y nos planteamos hacerlo. Buscábamos un sitio diferente para ofrecer a Pamplona", relata Gorostiza. 

Uno de los aspectos que más preocupaba a la pamplonesa era ese, reflotar un espacio que llevaba tanto tiempo cerrado. Un año duró la reforma total del local.

El segundo aspecto que tuvo que resolver Gorostiza fue el de hacerse un nombre, sobre todo en una de las calles, Descalzos, donde no hay bares o restaurantes como en otras zonas del Casco Viejo.

"Ten en cuenta que no estamos en una calle como Estafeta o San Nicolás, por las que todo el mundo pasa y te encuentras los bares. Tienes que venir de manera directa aquí", resalta.

Interior del restaurante El Búho MIGUEL OSÉS

Si bien es cierto que el ascensor de Descalzos ayuda, la visibilidad no es la misma en comparación con otros establecimientos. Pero ahí se ha hecho fuerte 'El Búho' y ha sabido diferenciarse.

¿Cómo ha logrado hacerse un hueco en la hostelería pamplonesa? Mediante algo tan simple como el boca a boca de la gente.

"El boca a boca lo es todo. Nosotros estamos muy contentos de que la gente nos haya dado la oportunidad de venir hasta aquí y de enviarnos a otros clientes", indica Gorostiza.

El restaurante no ha hecho publicidad desde el inicio, más allá de haber participado en un concurso televisivo del cual salieron ganadores como 'el mejor restaurante fusión de Pamplona'.

Son once las familias que viven del negocio y las que pelean por mantenerse en una época no muy propicia para abrir un negocio.

LA TERRAZA COMO PUNTO DE ENCUENTRO

Aunque Pamplona no tiene demasiados meses para disfrutar de las terrazas, la del 'Búho' es sin duda uno de sus grandes reclamos.

"Lo bueno es que tenemos dos terrazas, una que da al norte y otra al sur. Mientras la del norte no la podemos usar debido al viento, la del sur sí", indica.

Ahora mismo no hay otro sky-bar en la capital navarra, de ahí su diferencia con el resto. "No nos preocupa que nos copien la idea, todo lo que sea bueno para el turismo lo será también para nosotros", señala la gerente.

Una de las terrazas del restaurante MIGUEL OSÉS

UN NOMBRE FUERA DE PAMPLONA

Aunque todavía es pronto para sacar conclusiones, la situación del restaurante es positiva. Pero no solo entre los vecinos de Pamplona, poco a poco se va abriendo un hueco fuera de nuestras fronteras.

"Empieza ahora a venir gente de fuera de Navarra. Los San Fermines son un empujón fuerte para nosotros, esto hace que los clientes nos vayan conociendo", indica. 

Respecto al concurso antes mencionado, donde 'El Búho' salió ganador, fue un gran trampolín para el restaurante.

"El programa televisivo ('Juego de cartas') nos dio visibilidad en todo el País Vasco. Curiosamente al día siguiente de emitirse el programa, los primeros clientes que tuvimos eran dos matrimonios de Guipúzcoa que vinieron a tomarse nuestra croqueta y cóctel", afirma. 

LA CROQUETA COMO RECLAMO

Son muchos los bares o restaurantes que se hacen un nombre a través de un plato o frito. En el caso del situado en la calle Descalzos la idea inicial no era esa, no se imaginaban que una croqueta fuera a dar para tanto.

"Prácticamente todas las mesas nos piden una ración de croquetas" (ríe). Todo comenzó en los primeros días de negocio, cuando los clientes llegaban al local y pedían algo para picar. "Entonces, les ofrecíamos lo más socorrido y rápido, en este caso la croqueta. A partir de ahí se corrió la voz y hasta ahora", comenta Gorostiza. 

MODERNIDAD Y TRADICIÓN NAVARRA

En cuanto uno entra al 'Búho' la primera sensación que tiene es de modernidad, todos los detalles de decoración están bien cuidados. Desde las mesas hasta los propios asientos. Le dan un toque moderno que no es muy habitual en Pamplona. 

"Hemos buscado contrastes diferentes para así contentar a todo el mundo. Ya sea para tomar algo de manera informal o para el que quiera platos de manera más elaborada", afirma.

Interior del restaurante El Búho MIGUEL OSÉS

Pese a la vanguardia aparente, Gorostiza relata que la importancia de la cocina navarra es clave ya que "hay que mantenerla y pelear por ella".

La gerente del local recomienda las carrilleras o el rabo de toro como grandes especialidades del cocinero. Aunque algo tan poco glamuroso como es una croqueta se lleva todas las miradas.

UN SALÓN PARA CELEBRACIONES

Gorostiza siempre ha estado ligada al mundo de la hostelería, aunque esta ha sido su primera aventura al frente de un restaurante.

"He estado desde recepcionista hasta terminar dirigiendo un hotel. No estaba directamente en sala, pero sí muy relacionada. La apuesta era complicada, pero el reto de montar algo diferente en Pamplona me tentó", afirma la gerente.

Además del propio bar para tomar algo o el restaurante, 'El Búho' ofrece también un servicio para banquetes y celebraciones. En el piso de abajo, tienen un local con capacidad para 120 personas para realizar esta serie de eventos.


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