En la calle Olite de Pamplona, el Chester Gastro Bar se abre ahora a los clientes con una doble oferta que pretende dar servicio a públicos diversos y exigentes.
Por un lado, mantiene el ambiente nocturno de copas y cocktails con el que inicio su andadura, mientras que a mediodía quiere sorprender con una carta muy elaborada de los mejores platos de Perú.
Hace unos meses que Pablo Zapata Innocenzi, junto a su primero Jorge, se puso al frente con el objetivo de sacarle el mayor partido a un local que mantiene los eventos como seña de identidad, pero que ahora también es un local donde la gastronomía peruana de exhibe con sus mejores guisos.
"Queremos que siga la esencia de un bar de copas con música y ambiente de los 80 y 90 y a la vez servir lo mejor de la comida tradicional peruana", explica Zapata, un reputado cocinero en su país que desde hace dos décadas ha pasado por las cocinas de diversos restaurantes y sociedades de Navarra.
Zapata era odontólogo de profesión pero su pasión ha sido siempre la cocina. Su último e importante trabajo en su país fue el restaurante del Canal 5 de Televisión, aunque aquella historia terminó con un cierre inesperado y su primo le animó a viajar a España.
"He estado 18 años como cocinero en Pamplona en locales como el Maissonnave, el Embrujo o la sociedad San Saturnino, donde aprendí mucho sobre la cocina tradicional de Navarra".
Ahora se embarca en el proyecto de cocinar los platos de su país para que los navarros los degusten "con mucho nivel en su presentación", unos platos que sirven de martes a domingo sólo a mediodía.
"Estamos contentos, porque la gente que viene, repite. Funciona mucho el boca a boca. Un cliente nos dijo que estaba 'demasiado bueno' y ha sido un poco el lema que hemos escogido para presentar nuestras creaciones", mantiene.
Estos días, además, participan en la Semana del Pincho de Navarra con "Huevo de dragón", un pincho espectacular que se sirve entre llamas y que ha generado una gran expectación. "Mezclamos un poco de magia con fuego, etc, es un pincho muy vistoso", aseguran. Las degustaciones se pueden tomar domingo, martes y miércoles de 13 a 15.30h., jueves, viernes y sábado de 13 a 15.30 y de 19.30 a 22.30h.
Sobre el menú, el restaurante sirve los guisos más representativos de la comida peruana. "Para mí están de '10' porque hemos buscado tener no una carta muy extensa, sino que sean platos muy perfeccionados y de mucha calidad", mantiene Zapata.
Junto a la carta abierta, también tiene un menú degustación de 6 platos para elegir y poder probar nuevos sabores de esta cocina con un toque Nikkei, que fusiona el ADN culinario de Perú con el de Japón, utiliza picantes no agresivo y es muy sabrosa.
Como ejemplo, se puede tomar una empanada de verduritas con mayonesa acevichada como aperitivo, pasar a unos entrantes con crujiente de salmón ahumado y langostinos con salsa de jenjibre y piquillos, degustar el ceviche de pescado o probar la causa limeña de atún con alioli de gambas y olivas.
Entre los platos, triunfa la merluza rebozada en salsa de escabeche Nikkei, el aji de gallina (se hace con pollo), el anticucho de patatas doradas y salsa huancaina o la ternera guisada en salsa de cilantro con puré de alubias rojas y chips de boniato.
El nuevo menu Iskay con aperitivo, entrante, segundo plato, postre y vino incluido cuesta 24,90 euros, sin incremento el fin de semana. Una oportunidad para comprobar una comida que está "demasiado buena".
