Es curioso que solo haya dos jugadores navarros que han jugado en la primera plantilla del Villarreal, que los dos sean porteros, y que los dos coincidieran al mismo tiempo en el conjunto de Castellón: Javier López Vallejo, que estuvo siete años de 1999 a 2006, y Jesús Unánua que estuvo cuatro campañas de 1999 a 2003.
El caso de Javier López Vallejo es aún más llamativo ya que estuvo marcado por la polémica del interés del poderoso Milán que ofrecía 500 millones de pesetas por siete temporadas, lo que puso en aprietos a Fermín Ezcurra que al final le renovó el contrato casi a regañadientes ante la presión de los aficionados.
Firmó su primer contrato profesional con Osasuna el 5 de abril de 1993, poniendo final así a un largo periodo de negociación entre su padre, Blas López y Fermín Ezcurra, que cerraron el acuerdo asegurando la vinculación del joven guardameta.
López Vallejo tenía entonces 17 años y aseguró su continuidad con el equipo rojillo por cuatro temporadas. Asimismo, el acuerdo contemplaba una cláusula de rescisión de 200 millones de pesetas el primer año hasta ir ascendiendo con el paso del tiempo hasta los 500.
Las condiciones económicas del contrato, fueron ligeramente superiores a la oferta inicial que hizo el club, de 5, 6, 7 y 8 millones de pesetas por cada temporada en concepto de ficha, y unas cláusulas de rescisión de 200, 300, 400 y 500 millones de pesetas.
Ezcurra aseguró: “A ver si con tu firma nos das suerte para lo que queda de temporada”. Javier López Vallejo estaba feliz: “Me encuentro muy contento porque se ha cumplido la ilusión de mi vida, fichar por Osasuna y poder jugar. Ahora a ver si puedo triunfar”.
Debutó en el primer equipo de Osasuna con solo 18 años, en Primera División. Un primer partido descafeinado, eso sí, porque el equipo rojillo ya estaba descendido a segunda. Por lo menos, el guardameta consiguió mantener su portería a cero, y Osasuna ganó por 3-0 al Sporting de Gijón el 15 de mayo de 1994.
Poco a poco, López Vallejo se hizo fuerte en la meta osasunista. Fue el portero titular durante cuatro temporadas en el cuadro de El Sadar, todas ellas en Segunda División hasta que llegó el final de la temporada 1998-99.
Osasuna, muy necesitado de dinero, lo vende al Villarreal por 319 millones de pesetas en el verano de 1999. López Vallejo quería seguir en Pamplona y como detalle, el club dirigido por Javier Miranda pone su nombre a uno de los campos de hierba natural en Tajonar.
“Ha llegado la hora y la verdad es que lo afronto con pena por dejar este club. Encima estamos en tierra de nadie y eso hace que aún sea más triste. Será un partido emotivo que siempre voy a recordar”, aseguró López Vallejo antes de jugar su último partido como rojillo el domingo 13 de junio de 1999 con victoria ante el Mallorca (3-2) en El Sadar. En el minuto 79 fue sustituído por Richard Sanzol que cogió su testigo en la meta navarra.
“Ha habido muchas cosas buenas y alguna mala. Me quedo con los cinco últimos partidos de hace dos temporadas, cuando cogió Martín el equipo, con los amigos que he hecho entre la plantilla y el buen ambiente que hay. También he ido madurando como portero aunque con veintitrés años pienso que soy joven para el puesto”, aseguró López Vallejo.
La temporada 1999-2000 y en la siguiente jugó 74 partidos. López Vallejo vivió en Villarreal el auge del equipo castellonense, que se asentó en Primera y se empezó a pasear por Europa. Sin embargo, perdió protagonismo ante la llegada de Reina a la portería amarilla. De esta manera, en la temporada 02-03 solo juega cuatro partidos. A partir de ahí, enlaza tres temporadas sin ninguna participación en Liga.
López Vallejo ficha en el verano de 2006 por el Recreativo de Huelva. En el Nuevo Colombino, con Marcelino García Toral en el banquillo, encuentra la continuidad deseada: 30 partidos y 35 goles encajados. Además, el cuadro onubense completaría una fantástica temporada, acabando en octava posición.
Su buena temporada en Huelva hizo que el Real Zaragoza se fijara en él, dentro de un ambicioso proyecto, pero aquel año 2007-08 todo salió mal en la capital maña y el equipo blanquillo acabó descendiendo a Segunda. López Vallejo, además, solo jugó 2 partidos.
El 15 de febrero de 2012 se despide del fútbol profesional con 36 años en una rueda de prensa que tiene lugar en Tajonar. “He conocido muchísima gente y he visitado lugares sorprendentes. He hecho grandísimos amigos fuera y dentro del vestuario. Es momento de agradecer a las personas que me han ayudado en este tiempo”.
“En primer lugar mi mujer, que ha sido un punto de apoyo, así como mis padres. Mi padre me puso un balón bajo el brazo. En segundo lugar, agradecer a compañeros, directivos, entrenadores y periodistas que me habéis acompañado en este periplo”, aseguró Javier López Vallejo.
“Por último, agradecimiento especial a Osasuna. Ingresé con 13 años y desde el primer momento me inculcaron unos valores que me han formado como persona. A partir de ahora seré un aficionado rojillo más”, indicó López Vallejo.
